Morelia, Mich. | Cayetano Mac/Acueducto Noticias.- La historia del Mariachi Libertad, liderada por Arturo Jacuinde y su hijo Omar Arturo, es un relato de herencia musical y de pasión que ha perdurado por generaciones.
En una familia donde la música ha sido el centro, Arturo Jacuinde aprendió el oficio de su padre, y ahora ha transmitido ese legado a sus hijos. “Desde pequeño me vi inmerso en la música, fue algo natural”, comenta Omar, quien comenzó a tocar el violín a los seis años bajo la guía de su padre. No fue una imposición, sino una pasión compartida.
Arturo, el padre, lleva más de tres décadas en la música. Recuerda que nunca se dedicó a otro trabajo: “Siempre he sido músico. Es lo que sé hacer y lo que amo. Afortunadamente, mis hijos también eligieron este camino”. En su mariachi, participan tres de sus hijos, quienes, a pesar de tener otras carreras, han decidido seguir esta tradición.
El Mariachi Libertad no es un mariachi convencional. Omar y su padre lo concibieron como una agrupación versátil, capaz de adaptarse a distintos géneros y estilos sin perder la esencia del mariachi.
Han colaborado con orquestas sinfónicas, grupos de rock y bandas norteñas, logrando una fusión que refleja su nombre: libertad musical. “Queríamos algo que nos diferenciara”, explica Omar. “No queríamos ser solo otro mariachi. Queríamos ser únicos y poder interpretar música de diferentes estados y estilos”.
Para Arturo, aunque el mariachi ha sido su vida, admite que si no fuera mariachi, hubiera elegido ser parte de un trío. “El trío tiene una esencia romántica que ya se ha perdido, pero siempre estará cerca de mi corazón”, dice con nostalgia. Omar, por su parte, menciona que la banda fue otro género que le atrajo, pero el mariachi siempre fue su hogar.
El Mariachi Libertad ha llevado a esta familia a escenarios internacionales, tocando en lugares tan lejanos como Colombia, y siempre dejando una huella. “Nos hemos hecho internacionales, pero siempre volvemos a nuestras raíces”, comenta Arturo con orgullo.
La visión de ambos es clara: que el mariachi perdure. No solo su agrupación, sino el mariachi como género. “Queremos que la música mariachi continúe, pero sin perder su esencia, sin vulgaridad”, reflexiona Omar. Para ellos, el mariachi es alegría, pasión y respeto por las tradiciones.