Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- El Coloso del Quinceo despertaba lentamente. Autobuses, automóviles y una marea de personas a pie llegaban al recinto. Pero esta vez no era una final del Atlético Morelia lo que atraía a las multitudes, sino el tercer informe de gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla, el primero en abrirse al público.
El estadio Morelos, para algunos, se veía medio lleno; para otros, medio vacío. Sin embargo, el ambiente festivo ya estaba encendido. Con banda, pancartas, peluches y porras, los asistentes se entregaban a su gobernador. La algarabía solo fue interrumpida cuando la excelsa música de la Orquesta Sinfónica de Michoacán, que debutaba en la cancha al igual que el mandatario, inundó el espacio.
En medio del escenario, una góndola de teleférico se erigía como símbolo del avance y futuro del estado, anticipando que un espacio del informe giraría en torno a este ambicioso proyecto.
Mientras la Orquesta entonaba el Himno de Michoacán, la mayoría del público permanecía en silencio, ajeno a la letra que, a pesar de aparecer en las pantallas del estadio, seguía siendo desconocida para muchos.
Ramírez Bedolla, jugando de local, estaba listo para hacer su gran jugada. Las expectativas eran altas y la atmósfera reflejaba el deseo de escuchar los logros y los desafíos que marcarían su administración.
