Crónica | Amargo empate en el Morelos

(Imagen: ACG)
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Morelia, Mich.| Acueducto Online.- Desde antes de ingresar a cancha, se notaba la presencia de la afición rival, que sin ser tan numerosa, el grito de “revancha” hacia resonar hasta otras tribunas; un minuto de silencio que se convirtieron en aplausos tuvo Antonio La Tota Carbajal, este partido será dedicado a él.

Desde los primeros minutos, Omar Islas provocaba peligro entrando y tirando dentro del area chica rival.

Un encuentro más que personal para ambas escuadras que si bien todavía tienen otro compromiso de 90 minutos el fin de semana, buscan definir de una vez la serie, matar o morir.

Jugadas rudas de parte de ambos equipos hacían que la cancha se pintara de rayas para tiros libres a tan poco minutos de juego.

Casi llegando los 30’, al 28 el juego es detenido para que los jugadores se refresquen y hablen con sus técnicos debido al fuerte golpe que daba el sol durante la tarde en el Coloso del Quinceo.

Los nervios se hacían presentes cada vez más en los Cajeteros, quienes su afición mitigaba con muestras de apoyo entre la porra.

En la tribuna, la Lokura le pegaba cada vez más duro a los bombos para imponerse frente a la afición de los Toros, que por cada minuto de partido crecía en número y voces.

Al 40’, el jugador del Celaya con el número 21 provocó una segunda tarjeta amarilla en el área chica, lo que provocó que el colegiado sentenciara a su equipo con la pena máxima y dejando a su equipo con unos menos.

La afición purépecha no dejaba de gritar de felicidad, ya que la ventaja la tenían a tan solo unos pasos. 

Brayan Mendoza fue el verdugo en esta ocasión, tirándola bajito y a la izquierda, dejando al portero solamente derrotado con un balon que pasaba a su lado. 

Al 45’ jugada carcinera provocaba la expulsión del jugador 14, dejando el partido nuevamente a tablas respecto a los jugadores.

El juego se detiene por la dura caída de un jugador del Celaya, el cual hasta con vendaje sale de la cancha, eso sí, por sus propios pies.

A los Cajeteros, las entradas duras les pasaban factura, puesto que el recuento de los daños del primer tiempo los dejaba con tres amarillas y una roja, siendo en ese momento solo 10 jugadores en el campo.

Nuevamente de regreso al campo, las acciones del cuadro cajetero eran las mismas, con llegadas duras que provocaron una amarilla más a su repertorio al 48’.

El Morelia se ponía mas defensivo y con entradas limpias evitaban el paso de los Toros a provocar peligro dentro de su área.

Los purépechas debido a la expulsión de su jugador en el primer tiempo se reconfiguraba poniendo a cuatro jugadores en la defensa, pero todavía con intenciones en el ataque, dejando en el medio a campo a solo dos para poder contener al Toro que intentaba cornear la red moreliana.

Entre cada falta de un equipo, el contrario respondía de la misma forma, sin importar el peligro de perder a otro jugador más, hoy se jugaba con todo.

Durante el partido, Omar Islas hacía gala de sus habilidades.

Al 62’ una muy cerca y bombeada pasaba por encima de los palos del Celaya, seguidamente de otra de Islas que fueron negadas por los puños del guardameta.

Ya en los últimos 30 minutos de juego todo era más intensidad, de la tribuna del Celaya poco se podía decir.

No fue hasta al 65’ en el que una jugada del Celaya les regresaba la vida, la que no logró anteriormente el Morelia, fue materializada por el Toro, dejando al arquero ver pasas el balón pegar contra la red, la gente pedía un fuera de juego que nunca se vio.

Los ates no se rindieron después de dejar penetrar su arco, y al 68’ provocaron un tiro que por momentos se creía  pasaría dentro del palo.

Los Toros entonces y conformes con el marcador, estacionaron el camión en los últimos minutos del encuentro y así tener un marcador favorable para la vuelta que se jugará en su casa.

Al 72’ salía en camilla  Daniel Parra y entraba por cambio Navarrete.

“Morelia ponle huevos” gritaban a tan solo 15 de concluir, la afición se miraba disgustada por los errores cometidos por los jugadores rojiamarillos, incluso con el peligro de ser sancionados, gritaban la palabra prohibida cuando un portero cajetero despejaba.

El ánimo de la afición quería desaparecer, por lo que los jugadores respondieron de buena forma, buscando el gol que les traiga ventaja en el partido que se dará en el Estadio Miguel Alemán Valdes

Casi ya concluyendo el partido, el Atlético no dejaba de intentar ingresar el balón a la red, con mala suerte, parecía una macumba  de parte del Celaya, que por suerte no permitía el tanto que les trajera calma y confianza para el compromiso del fin de semana.

Se agregaban 5’ al tiempo y se advertía por el grito homofóbico, el Morelia mantenía el mismo ritmo de querer marcar.

El árbitro da el pitazo final posterior a una jugada que más que un alivio, provocó la ira de la afición purépecha quienes reclamaban a sus jugadores el juego del día de hoy.