Morelia/Héctor Tapia
El Centro de Convenciones se llenó de deliciosos aromas. En cada rincón se refugiaba el olor de los guisos que estaban en proceso de elaboración. Desde afuera se veía como paseaban para uno y otro lado los visitantes con platos en mano, limpiándose residuos de comida de las comisuras de los labios.
A mitad del Encuentro de Cocineras Tradicionales de Michoacán, que tuvo como sede el Centro de Convenciones, la afluencia fue tal que no se podía caminar entre los pasillos de terracería donde se habían dispuesto varias carpas.
Largas filas de mesas y sillas acomodadas albergaban a una innumerable cantidad de comensales que degustaban uno y otro platillo de cada región del estado. La fiesta del buen comer, para algunos la oportunidad de desatar la gula.
Las filas se extendieron también en cada uno de los módulos destinados para cada región o municipio representativo del estado.
Por un lado estaban los que querían probar las corundas recién preparadas con el toque de las cocineras de Santa Fe de la Laguna. Al otro extremo, se aglomeraban para probar el otro extremo culinario, las tiritas de pescado hechas por las cocineras de Playa Azul.
Morelianos y visitantes nacionales o extranjeros; todos, plato en mano, buscaban entre los guisos ofertados, algo que les despertara aún más el apetito.
Carnitas, papas con rajas, caldo de habas, pescado blanco, champurrado, atoles, agua de jamaica, corundas, tamales, todo se mezcló en un solo lugar, y ese lugar atrajo a quien quiso probar algo distinto a lo que se encuentran comúnmente en la capital del estado.
También se instalaron puestos de cerveza artesanal y de mezcal, hechos, elaborados en el estado. Más de uno llegó a probar y, ocasionalmente, llevarse algo para consumo fuera del lugar.
De fondo la música regional michoacana amenizaba un ambiente colorido que tenía divertidos y distraídos a los niños. La comida michoacana fue el pretexto, la protagonista del fin de semana.