Morelia/Acueducto
Este sábado Corea del Norte realizó una nueva prueba de armas, con la que incrementa la presión para que Estados Unidos modifique su postura sobre la desnuclearización y su negociación.
El Estado Mayor sucoreano dio la alerta, informando del lanzamiento de un misil, cambiando después a varios misiles y finalmente modificando su reporte a “proyectiles de corto alcance”, lo que baja la gravedad del ensayo de armas norcoreano.
La península de Hodo fue elegido para la prueba, mismo que ha sido sitio 20 pruebas del misil Hwasong-11, un proyectil de inspiración soviética.
En el reporte final, las Fuerzas Armadas surcoreanas establecieron que Corea de Norte disparó proyectiles de corto alcance en dirección noreste desde la península de Hodo, al noreste de Wonsan.
La diferencia entre un proyectil y un misil es que el primero es cualquier objeto disparado al aire y el segundo un proyectil autopropulsado.
La importancia de esto, principalmente, es que disparar proyectiles de corto alcance, no viola las sanciones de la ONU, impuestas sobre el régimen de los Kim por sus pruebas nucleares y misiles balísticos, que sí son sancionables por las resoluciones del Consejo de Seguridad.
Según el informe emitido por la Cancillería de Seúl, los titulares de Asuntos exteriores de Corea del Sur y de Estados Unidos, Kang Kyung-wa y Mike Pompeo, habalaron por teléfono y acordaron gestionar con prudencia mientras prosiguen los análisis adicionales.
Seúl estima que la acción norcoreana «viola el espíritu del acuerdo militar intercoreano» firmado el pasado septiembre «y urge a Pyongyang a poner fin a acciones que activan la tensión».
Entre las posturas por el desarme nuclear, Corea del Norte sugiere un proceso gradual, acompañado de un levantamiento paulatino de sanciones, mientras que la EU quiere un desarme integral e inmediato.
