- Jorge sigue luchando desde su trinchera para que el bar siga vivo, para que siga innovando y para que siga siendo la fiesta en la que todo mundo se sienta seguro y sepan que en los Rojas tienen una familia.
Morelia, Mich. | Acueducto Noticias/Samuel Ponce y Jaqueline Espinoza.- Dueño de uno de los bares LGBT más conocidos en Morelia, amado hijo y defensor de los derechos de la diversidad sexual, Jorge cuenta cómo con el paso de los años ha vivido el avance en la sociedad moreliana.
En la capital de Michoacán es muy conocido el apellido de los Rojas, pero no de cualquiera, sino de Sofía Rojas y Jorge Rojas, madre e hijo que cada noche le dan un espacio a las personas de ser libres.
De miércoles a sábado «Con la Rojas» el bar del que ahora se hace cargo Jorge, abre sus puertas para que los miembros de la diversidad sexual se desinhiban y disfruten de la convivencia sin agresiones por su orientación o identidad.
- Imagen Alfredo Soria/ACG
A la corta edad de 20 años, Jorge ya había compartido con sus padres que tenía atracción sentimental y física por personas de su mismo sexo, que era gay, en un acto de amor y protección, su madre, Sofía, buscó la forma de generar algo en donde él pudiera desarrollarse sin exponerse, fue entonces que surgió «Con la Rojas»
«Esto inicia con mis papás, con mi mamá específicamente, Sofía Rojas, que en el último gay pride tuvimos el honor, la distinción por parte del comité organizador de que la nombraran la reina gay de este año, fue para mí muy bonito que la gente le diera este lugar como reina gay» compartió Jorge quién con admiración habla de su madre.
El también empresario, cuenta que muchas personas se acercan a su mamá a contarle que son homosexuales, pero no tienen el valor de decírselo a sus padres y la señora Rojas es quien los ayuda y apapacha; Jorge nos da cuenta que todo lo bueno que le ha llegado a su madre por ser una defensora de los derechos LGBT, es también gracias a él, por la valentía que tuvo y por ser quien inspirara a crear un espacio para la minoría.
«Ya mi mamá ya casi no trabaja, bueno, ya no se presenta, pero yo he procurado mantener está esencia, este espíritu del lugar en el que las personas se sientan seguras, en el que la gente pueda llegar con sus mamás y que sepan que son bienvenidos y que no hay nada extraño».
- Imagen Alfredo Soria/ACG
El hombre de lentes y voz gruesa que al día de hoy tiene 46 años de edad, habla de manera amorosa y con orgullo de su madre que siempre lo ha apoyado, al igual que del legado que la señora Rojas ha dejado, la huella en cada uno de aquellos que se sienten perdidos.
Jorge sigue luchando desde su trinchera para que el bar siga vivo, para que siga innovando y para que siga siendo la fiesta en la que todo mundo se sienta seguro y sepan que en los Rojas tienen una familia.