Con fecha de caducidad

Imagen: Entrevista
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Morelia/Héctor Tapia

 

La situación a la que los periodistas michoacanos se tendrán que enfrentar a partir de la entrada en vigor del Nuevo Sistema de Justicia Penal, que será irreversible a partir del 2016 en todo el país, será de choque entre dos formas distintas de procuración de justicia en el país.

El sistema de justicia, y como se concibe, estará en la lucha entre la costumbre y el mandato legal; entre el viejo sistema inquisitivo y el nuevo sistema que pretende tener como eje central la defensa de los derechos humanos.

En este cambio, en lo que respecta a quienes ejercen el periodismo, representará un choque cultural entre esas dos visiones, señala la directora editorial de la Revista Veredicto, Oksana Volchanskaya, periodista mexicana, de raíces ucranianas, que radica en el estado de Chihuahua.

A manera de contexto dice que a ellos, en Chihuahua, a 8 años de que se comenzó a implementar el Sistema de los Juicios orales en esa entidad, trajo algunas complicaciones iniciales para los periodistas a lo que se tuvieron que enfrentar y que apenas son unos cuantos los que han decidido cambiar su forma de hacer periodismo en la cobertura de asuntos judiciales.

La diferencia entre los dos sistemas radica en un tema de concepción de la justicia, explica. Mientras que el sistema vigente en casi todos el país es el inquisitorio, es decir el de exhibir, y castigar, el de los presuntos culpables, el nuevo sistema comienza por redefinir esto y se enfoca en la presunción de inocencia y la defensa de los derechos humanos.

Esto, detalla, tiene sus implicaciones desde el punto de vista mediático, porque con el nuevo sistema no se podrán exhibir a los detenidos como se viene haciendo actualmente en la nota roja, porque es violatorio de los derechos humanos, ni tampoco exhibir a las víctimas.

“Esto repercute desde el cómo planteas la nota, y cómo la vas a cubrir, de cuál es tu foco de atención acerca de un proceso penal, de un hecho delictivo, y en qué perspectiva se va a cubrir”, remarca.

Otro de los retos que tendrá que enfrentar quienes cubren este tipo de información, dice la periodista, es que ya no podrán entrar a las escenas del crimen, para no alterar las mismas, donde puede haber elementos que definirían un caso. Aspecto que no podrán contaminar. La dificultad para muchos, dice, es que están acostumbrados a entrar a las escenas del crimen, y a la hora de que no se les permita, argumentarán de que es por limitar la libertad de información, cuando serán disposiciones legales y fundamentadas para evitar se contaminen las investigaciones que cada caso requiera.

Destacó que lo que deberá de estar en la vista de los periodistas con este nuevo sistema de justicia penal es el actuar de los operadores del mismo, es decir del ministerio público, de los jueces, los policías, de todos estos participes, en lugar de enfocarse en el imputado de un delito.

Aquí, destaca Oksana Volchanskaya, el periodista tendrá una gran riqueza periodística que le permitirá observar la actuación de las mismas autoridades, de si hacen bien o no las funciones que les corresponden.

Reconoce que hay renuencia del periodista, porque por un lado implica un trabajo mucho más afondo, mucho más respetuoso de los derechos humanos, y actualmente está muy arraigada la perspectiva inquisidora, la del castigo, sin que hayan concluido investigaciones.

La publicación de nota roja no desaparecerá tan pronto, reconoce; sin embargo, remarca que es importante que los periodistas vean que este tipo de información es claramente violatoria de los derechos humanos.

Recordó el caso de Florence Cassez, donde los medios de comunicación “promovieron este tropello de derechos de una persona”.