Morelia/Samuel Ponce Morales
Nada tedioso, al contrario resulta divertido el debate principalmente entre perredistas y priístas en torno al dictamen de la reestructuración de la deuda pública de Michoacán. Los contendientes pasan de análisis serios a mutuos reclamos a grito abierto.
Sin embargo, todos saben y pese a ello debaten, casi inútilmente, que dicho dictamen será aprobado por mayoría legislativa y con ello la reestructuración, refinanciamiento y financiamiento de más de once mil millones de pesos de las finanzas públicas michoacanas.
Legal dicen los priístas, ilegal los perredistas, pero no todos y, bueno, algunos panistas, pero la inminente aprobación del dictamen acalora los ánimos, alguien apenas llevó unas cuantas gentes a enarbolar cartulinas con frases ambiguas sobre el caso.
Y si, ahí está el secretario de Finanzas, José Carlos Rodríguez Pueblita, tomando apuntes, cabildeando con los priístas, sobre todo con el bisoño político de Eduardo Orihuela Estefan, ya no inquieto, sabe que en cualquier momento aprobaron su proyecto.
