Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- ¡Guerreros del balón! ¡Héroes del césped! Así se escribe una página más en la odisea del Atlético Morelia rumbo a la Liguilla del Clausura 2025. En una noche cargada de tensión, con el aire denso y el ritmo pausado, los Canarios salieron del Estadio Carlos Vega Villalba con un empate 1-1 que sabe a oro molido.
Mineros, un rival de alto voltaje en su fortaleza, pegó primero. Apenas al minuto 12, Andrés Ávila encendió la chispa con un bombazo de media distancia que perforó la red y dejó congelado al arquero Santiago Ramírez. Era el 1-0, y parecía que el juego sería cuesta arriba para los michoacanos.
El primer tiempo fue un monólogo zacatecano. La marea roja dominaba, atacaba y presionaba sin descanso. Morelia, tambaleante, buscaba aire en cada respiro. Pero el fútbol —¡ah, el fútbol!— es de momentos, y en el instante menos esperado, los Canarios alzaron el vuelo. Corría el minuto 43 cuando René López se disfrazó de mago por la banda, desbordó con alma de gladiador y puso un centro quirúrgico que Mauro Nambo mandó al fondo de las redes. ¡Gol y vida!
La segunda mitad fue otra historia. La intensidad cayó, los músculos pesaban y las ideas se nublaban. Aun con cambios tácticos, ninguno logró volver a romper el equilibrio. El pitazo final llegó como alivio para ambos bandos, pero en la libreta del torneo, este punto podría ser determinante.
Con 16 unidades en la bolsa y dos jornadas por delante, Atlético Morelia sigue con la mirada fija en la Liguilla. Porque este equipo sabe sufrir… y también sabe soñar.