Morelia/Héctor Tapia
La marcha es distinta. Es parecida en cuanto a las consignas lanzadas y a la obvia obstaculización de las vialidades; sin embargo, esta protesta, encabezada por el Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL) de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo es diferente.
Gritan las mismas consignas, incluso otras adicionales a las que lanzan otros grupos estudiantiles que marchan y se manifiestan en la capital michoacana.
También exigen justicia por el caso de la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, en Guerrero, que lleva desde el 26 de septiembre, y no hay respuestas oficiales aún que satisfagan.
También son estudiantes, se suman a las protestas nacionales, avanzan. Pero siguen comportándose distintos.
Salieron desde Ciudad Universitaria, avanzan por la avenida Cuautla. Hay una avanzada de estudiantes nicolaitas que se pone en los entronque se calles para evitar o acelerar el paso de los vehículos para desviarlos por otras rutas incluso, antes del paso del contingente de estudiantes que se moviliza.
Van prácticamente formados. Hay tres coros de consignas. Como si fueran tres bloques, al frente uno de hombres, llevan una lona que los identifica y un cartelón con los rostros de los jóvenes desaparecidos y por los que exigen justicia.
Son alrededor de 500 estudiantes los que avanzan, mochila o bolso al hombro. Llegan a la Avenida Madero, tantas veces desquiciada por otras movilizaciones.
En los locales comerciales que hay a su paso los empleados no saben si cerrar cortinas de los negocios o no; va cayendo la noche. Sin embargo vienen pacíficamente, formados, eso sí, gritando, exigiendo, haciéndose escuchar. No es necesario cerrar negocio alguno.
Los estudiantes avanzan hasta el centro histórico, llegan al centro. Siguen gritando que “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, también que “Ayotzinapa vive, la lucha sigue”.
