Antonio, el violinista callejero

El amor por la música nació obligado por su mamá, lo cual provocó su inclusión en dos orquestas, luego se enamoró perdidamente del violín, perfeccionándose tanto en el Conservatorio de Las Rosas como en la Facultad de Bellas Artes, pero hoy en día, con el instrumento arriba del brazo deambula por las céntricas calles morelianas, por los portales, encantando por doquier…

(Foto | Zayda Solís/Acueducto Online)
Comparte

Morelia, Mich. | Acueducto Noticias / Irene Valdivia.- Antonio Andrade es michoacano violinista y estudiante de contabilidad, quien hoy es popular interpretando versiones en violín de distintos hits musicales de diferentes décadas; usualmente se encuentra en el portal de Allende, detras la Catedral de Morelia.

Inició su aprendizaje con la Orquesta de Prevención del Delito de Tarímbaro, y posterior continuó su crecimiento en la Orquesta Esperanza Azteca se especializó en violín, y perfeccionó su técnica con maestros docentes del Conservatorio de las Rosas y de la Facultad de Bellas Artes.

“Inicialmente yo no quería ir. Pero pues como como a todos, me obligó mi mamá. Fue una buena decisión, ahí surgió mi amor por la música y gracias a los buenos maestros”.

(Foto | Zayda Solís/Acueducto Online)

El amor por el violín
Acueducto.- ¿Y cómo fue aprender este un instrumento? ¿Empezaste con violín directamente o comenzaste con más instrumentos?
Guitarra, guitarra clásica, y como a mí me gustó el rock, pues inicié como a buscar más y más y me adentro más en la música gracias por ese gusto en común en la guitarra con rock. Después de eso, me enamoré del violín en un concierto de orquesta que tuve. Entonces ahí fue cuando decidí cambiarme a violín.

Acueducto.- ¿Qué tan desafiante fue para ti aprender violín en ese momento?
Pues bastante, bastante. Tuve que practicar todos los días. De hecho, yo no dormí bien durante varios, varios años por desvelarme practicando y practicando. Gracias a esto, pues sí, mi progreso fue avanzando, pero al principio sí era duro porque entraba en una orquesta donde ya están tocando y tú entras con un instrumento nuevo prácticamente. Ya sabía leer música, pero agarrarles el ritmo fue bastante frustrante, pero se superó.

Acueducto.- ¿Cuánto tiempo llevas tocando el violín hasta ahora?
6 años.

(Foto | Zayda Solís/Acueducto Online)

Músico callejero
Acueducto.- Tú tocas muy seguido aquí en el centro, y es diferente a lo que otros músicos tocan en el centro. ¿Cómo es que llegas aquí al centro y que decides interpretar de esa manera?
Llegué con un grupo de amigos que hice en un coro de iglesia, y veníamos a tocar aquí a los portales. Venir con amigos era lo que lo hacía más divertido. Después de eso, tuve que hacerme yo cargo de mis propios gastos.

A vivir solo, y ahora pagar la Universidad también, pues se ha hecho que vea aquí una forma de sustento, por así decirlo. Del tipo de música, pues combina un poquito de todo, de lo que le gusta a la gente y lo que me gusta a mí para no aburrirme tanto. Creo que toco música que a mí me gusta, para también desestresarme y no hacerlo tan monótono como como podría ser.

Acueducto.- ¿Cómo ha sido la recepción de la gente con tu música en este portal?
Buena, buena. Hay mucho, mucho flujo de gente, aunque de repente sí hay problemas con otros músicos o con los locatarios por el volumen, pero pues hablando y llegamos a acuerdos, creo.

Acueducto.- ¿Cómo es para ti ser músico en las calles aquí en Morelia?
Es muy hermético. Para empezar, los músicos que ya están aquí, luego hay mucho, y pues no se respeta los espacios o los lugares, si alguien ya llegó, llega otro y otro, y se mezclan y es bastante frustrante. Yo ya llevo bastante tiempo aquí tocando, y sí es algo que es difícil. De por sí ya a veces es frustrante de que no hay gente o no está cayendo nada.

“Intento que me conozcan”
Acueducto.- Tu carrera pues es diferente a la música, ¿Cómo compaginas ambas cosas?
Pues siempre en los niveles básicos de primaria, secundaria, me gustaban las matemáticas. Entonces tuve buena habilidad para los números. Entonces dije, no quiero desaprovecharlo, y también me podría dar un sustento más, más estable o más firme del que ahorita tengo, así mismo podría invertir más en mi música para hacerla mejor y más música propia.

Acueducto.- ¿Hay alguna oportunidad que tú busques para desarrollarte más en la música en la ciudad?
Sí, intento que me conozcan, que el nombre se quede como primero grabado un poquito. Y ya luego, sacar un poco de mi música para ver cómo se recibe, pero todavía estamos en ese intento de unir fuerzas.

Acueducto.- ¿Qué sigue para ti como músico?
La música propia, creo que la música propia. Un poco de combinación de electrónico con rock, y pues también canto. Va por ahí.

(Foto | Zayda Solís/Acueducto Online)

La confrontación con los organilleros
Acueducto.- ¿Alguna anécdota positiva o negativa, o algún recuerdo que tengas ya en este tiempo que llevas aquí tocando?
Pues bueno, he conocido gente que son músicos, que me han dado buenos consejos, eso por la parte buena. Creo que también está la parte mala, el mayor conflicto que se tiene o que he tenido yo aquí como músico es luego con los organilleros, a punto de que casi casi a golpes, pero no, todo tranquilo, aunque esa es la cosa mala.

Acueducto.- ¿Hay redes que tengas para encontrar tu música y tus proyectos?
Sí, estoy como Antonio Andrade Violinista en Facebook, TikTok, Instagram y ya próximamente en Spotify.