Morelia, Mich. | Acueducto Noticias / Irene Valdivia.- Alfredo es un artesano urbano, quien también se dedica a la joyería y en menor proporción a la peletería; el oficio, reconoce, lo aprendió en sus viajes por el país y hoy lo sostienen en esta ciudad.
Actualmente el hombre tiene 50 años, de edad, y se le puede encontrar en distintos puntos de Morelia comercializando sus coloridas creaciones, que van desde aretes, anillos y otros accesorios.
Su familia proviene de la capital del país, y aunque se considera moreliano, su historia se narra en diferentes ciudades.
A su decir, como vendedor se enfrenta la criminalización del comercio ambulante en la ciudad, así como la precarización de un trabajo pocas veces valuado, según el esfuerzo que invierten en él.
Su hija, el ancla
Acueducto.- ¿Cómo empiezas tú en la artesanía?
Yo empiezo haciendo artesanía, hace 24 años en el estado de Veracruz. Ahí empezaron, así mis primeros pininos. Viajando, viajando, viajando, haciendo artesanía, trabajando, conociendo.
Empecé con unos amigos haciendo unos pequeños nudos, y pues hasta ahora, pues ya me dedico un poquito más a la joyería, hago un poco de fundido, grabados y la variación de lo que es la joyería y el orfebre.
Acueducto.- ¿De dónde viene este interés artístico?
El interés viene, primero, pues en la cuestión de la libertad, de poder viajar. Me ha dado el privilegio de ir a muchos lados. Segundo, la cultura, que no se pierda lo que es nuestras raíces. Muy aparte de lo que estudias, de lo que tengas, de lo que pienses, tu raíz es lo primero, es lo que como mexicano, como humano, de tus raíces. Si no las respetas, ¿Pues a qué vas a llegar? O sea, no puedes darle un seguimiento a algo si no hay una raíz, si no hay un núcleo, algo que te lleve a lo que eres.
Acueducto.- ¿Y esos viajes son permanentes o ya paraste de viajar?
Bueno, por el momento estoy aquí en Morelia. Tengo una hija y pues ahorita depende de mí, tengo que estar aquí por cosas familiares, si no, pues creo que no estuviera aquí, estaría en… no sé, en otro lado, en cualquier parte no pero aquí no estaría.
“Nada más agarran y te tumban”
Acueducto.- Y aquí en Morelia, ¿Cómo ha sido vivir de la artesanía?
Aquí en Morelia hace unos ayeres y estaba muy bien, pero bajó el turismo. Los gobiernos que han ido pasando también ha sido más represivos. Te decomisan las cosas. Las multas son demasiado altas, o sea, hay un hay problema. Pero eso también tiene que ver mucho con nosotros como sociedad. O sea, pensamos que el comercio es un estorbo, cuando realmente hay mucha gente, muchas familias que dependen del comercio, tanto como de los mismos servidores públicos, hay gente que tiene, pues no sé, su comercio, y dices, ¿Cómo puedes hacer eso con las personas? O sea, debes tener un poco de criterio. O sea, entonces abre un espacio para que no te sientas estorbado.
Acueducto.- ¿En qué momento identificas este cambio en la hostilidad de parte del gobierno? ¿En qué momento había una apertura y de repente ya no hubo?
Nunca ha habido una apertura aquí en Morelia, había más tolerancia, ahorita sí está difícil. O sea, haz de cuenta, no te puedes poner en ningún lado porque llega al gobierno, te quita o te quita tus cosas y a veces te roban las cosas. O sea, tú llegas a la oficina, abres tus cosas y ya te faltaron esto y esto, y ellos se lavan la mano. Tampoco tienen un control. ¿Por qué? Porque en cada estado uno tiene como una cierta regla. Vas a San Miguel de Allende, y si te pasa eso, te hacen un decomiso, pero te dan una hoja, entonces si tú traes cierta mercancía te hacen un inventario, si te decomisaron 100 cosas, un aretero y un anillero, y aquí no. O sea, aquí nada más te llegan, te quitan y vas a la oficina y ellos se lavan las manos. Y ese es el problema de aquí de Morelia.
Acueducto.- ¿Ubicas un momento en que esto comenzó más fuerte?
Ya tiene, este es el segundo con esta persona que está ahorita al frente, es el que ha tenido un poquito más de represalia con el comercio, sobre todo con los artesanos. Se dice que somos el estorbo, que hace mal a la sociedad, que es mal aspecto. El mal aspecto es la gente que te está robando, pero ellos no piensan eso. Ellos nada más agarran y te tumban, sin darse cuenta si estás haciendo un bien, un mal. O sea, vender un chicle o vender una paleta no significa que estés dando un mal aspecto. Estás beneficiando a la persona porque le estás compartiendo un trabajo que tiene esencia para generar un poco de dinero. Entonces tienes la represión, no te dejan trabajar, te ven con mal aspecto, hasta puedes ir a barandilla, nada más por sus propias, no sé cómo poderlo decir. Por tontos o por ignorantes, entonces sí, a veces sí es difícil aquí en Morelia.
“La economía muy, muy, muy baja”
Acueducto.- Comentabas que tomaste una pausa de 1 año, ¿por qué fue?
Pues mi pausa siempre es porque, por lo mismo, es molesto que vengas a trabajar y que ya te estén correteando, que te vengan a corretear hasta 2 o 3 cuadras. Hubo un tiempo que hasta con los policías estaba difícil la represión, ahorita aquí en Morelia vienes a robar y no te pasa nada, pero vienes a trabajar y todo esto está molestando. Entonces, ¿Cuál es el propósito realmente de esta sociedad en la que estamos viviendo?
Acueducto.- ¿Sientes que la gente compra más artesanía últimamente o regatea más?
Difícil. Es difícil porque también ya ahorita comprar una artesanía, ya la economía está bien difícil. Ya no es tanto de que si te quieran comprar o no, sino que ya también es como un lujo, ya comprarte un anillo dices bueno, vale 50 pesos. Tal vez es muy poquito, pero hay gente que realmente sí lo tiene, pero los trae como para una torta o para comprarse un agua en el Oxxo, o cualquier cosa.
Es difícil porque la economía también está muy, muy, muy baja. Está difícil en esa cuestión. En otro estado puedes estar mejor o puedes estar igual, pero es porque la economía en el país está muy, muy baja, está deteriorada, ahorita no sé si es por el dólar o por lo que sea.
“La neta está divertido esto”
Acueducto.- Y yendo a lo que tú haces, ¿Cómo te inspires en las piezas? ¿Cómo consigues el material?
Bueno, el material, voy y lo compro a la Ciudad de México. Y así como ves la creación, pues realmente ahora sí que es lo que ven, espontáneo, no tienes un diseño nada más que la mente, la imaginación. Agarro el material, hago lo que tengo que hacer, eso es una parte de lo que tengo. No tengo más cosas, pero creo que esto es lo que puedes mover más rápido y cargar menos. Porque traigo todo en mi mochila, traigo ahí bolsas de piel, traigo carteras. Y pues andas cargando donde no puedes vender. Eso es lo malo de aquí. Hubo un tiempo que se hicieron como unos bazares artesanos, pero cada vez te hacían más para afuera. Ahorita aquí necesitamos un espacio cultural, donde sea, pero que den un espacio. O sea, no importa, pero tiene que ser aquí en el centro, cerca, no que te quieran mandar hasta allá por el obelisco. ¿Quién te quiere comprar allá? No, aquí está el movimiento.
Cuando la diversión se acaba
Acueducto.- ¿cómo te inspiras? ¿Cómo llegas a la imagen?
Bueno, ahí ya es el tiempo, es la experiencia que vas adquiriendo, y pues también visualizando cosas este. A mucha gente le gustan, no sé, las piedras, los cuarzos. O solo el metal así enredado. La neta está divertido esto. Pero la diversión no te da de comer.
Lo puedo disfrutar mucho, pero si no hay venta, la diversión se acaba. Te empiezas a mentalizar. ¿Pues entonces qué hago? Te metes a un trabajo y vas a ganar 800 pesos, ¿Qué haces con 800 pesos? Nada, la neta es una basura de dinero. Sí es dinero, pero si pagas rentas, tienes hijos, tienes que hacer esto, esos 800 pesos no te alcanzan para nada. O sea, y aquí imagínate, te vendes 50 en todo el día, pero ya no estás trabajando para nadie.
Te estás aventando 8 horas para ganar 80 pesos. Está bien difícil, la neta está difícil, pero así es la artesanía el comercio. Es una pequeña parte de lo que puedes preguntarle a otro artesano, si tú ves por ahí alguien más, va a dar otra idea de su proyecto, lo que le pasa en el día a día. Cada uno una diferente circunstancia.
A lo mejor te va a decir que lo reprimen más, a que le va bien, pero así es esto en Morelia, y no pasa nada, de aquí para adelante siempre, porque pues la vida es una, y esto de los gobiernos pues seguramente es un tiempo también. Va a haber uno que sea generoso para poderte dar un espacio.
“Vengan a comprar al centro, por favor”
Acueducto.- ¿Quién suele comprar o quién compra más artesanías?
La verdad no hay un perfil, solamente la gente que le gustan las piezas, las piedras o que tiene cultura del arte. Puede venir cualquier persona porque tiene un cierto conocimiento.
Todo esto también tiene un para quién. No es así como una creación de bisutería y la compras por 5 pesos y la tiras porque sabes que es barato. No, tiene diseño. Aparte del costo, pues si es gente que le gusta realmente la pieza, la colección, la piedra. Hay muchas cuestiones. No, no hay un perfil.
Acueducto.- ¿Alguna invitación para los compradores?
No hay una obligación a comprar nada, pero vengan a comprar al centro, por favor, porque nos estamos muriendo de hambre.