ACUEDUCTO | SAMUEL PONCE
“En la mañana tuve contacto telefónico con él y está igual que nosotros en el mejor de los ánimos, el objetivo que tenemos está más allá de las diferencias”: Raúl Morón Orozco, precandidato morenista al Senado, al hablar a finales del mes pasado sobre su relación con el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, quien lo desairó en su toma de protesta como mandatario.
MORENA, UNIDAD CON ALFILERES
Interesante reunión de figuras morenistas michoacanas, tras al dar a conocer los supuestos resultados de las encuestas para designar a los precandidatos al Senado de la República, recayendo en la diputada federal Celeste Ascencio y en el ex alcalde Raúl Morón.
Claro, al encuentro faltaron algunos liderazgos, pero en general estaban los principales, los triunfadores y los derrotados de esa sospechosísima encuesta, de los segundos habrá que situar a los ex secretarios de Gobierno y de Bienestar en el estado, Carlos Torres Piña, y Giulianna Bugarini Torres, ambos imberbes bedollistas.
E, igual, hablaron casi todos los del incómodo presídium, que estaba en torno a Diego Hernández Gutiérrez, enlace en Michoacán de la aspirante presidencial Claudia Sheinbaum Pardo. La mayoría de quienes intervinieron tuvieron prácticamente como lema principal; solo la unidad y nada más que la unidad del instituto político.
Una unidad maquillada, eso sí mucho mejor que la de sus oponentes o adversarios políticos, quienes no han dado muestra de siquiera establecer la percepción que están dando grandes pasos en ese camino. Una unidad con rostro de triunfalismo al cubo, sin dejos de la más mínima posibilidad de derrota en los próximos comicios.
Solo porque el encuentro fue en un día hábil, en horas hábiles, pocos interrogaban sobre la ausencia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, que, pese a la investidura, no se le puede llamar: el primer morenista de la entidad, toda vez que hay decenas muy por encima de él, incluso hasta de algunos sin cargo partidista o público.
La no llamada de Alfredo Ramírez
Si, si hubo diálogo telefónico entre el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y el ex alcalde, Raúl Morón Orozco, tras que el segundo fuera nominado como precandidato al Senado de la República; no, no hubo mucho diálogo, si acaso las palabras protocolarias.
Pero, ni el mandatario de la entidad ni el aspirante senatorial hicieron esa llamada telefónica, vamos ni uno de los dos se atrevieron a tanto, sino que fue un tercero, alguien que, ciertamente, trata de hacer hasta lo imposible por ser líder de Morena Michoacán, si, si hablamos de Juan Pablo Celis, no se sabe si a iniciativa o no.
El breve, esquemático, diálogo entre el representante del emergente bedollismo y del reafirmado moronismo se dio entre un imponente edificio de cantera, con su fuente en medio y adornada con toque decembrinos, por no decir navideños, en donde el ruido de la avenida Madero no existe, ni siquiera algo leve, ni un susurro.
CANTERAS
1.- De manera indistinta, cada una por su parte, las alianzas de MORENA, PVEM y PT, así como la del PRI, PAN y PRD avanzan con mayor constancia para delinear las reglas de juego en la designación de candidaturas a diputados locales y presidentes municipales, principalmente, aunque también arreciaron las desimuladas confrontaciones.
3.- El hecho de que decenas de familias sobre todo de Tierra Caliente, en especial de Nueva Italia y Múgica, hayan logrado, ya oficialmente, asilo político en Estados Unidos, habla de la situación de la violencia que se vive en aquella región michoacana, lo cual, por supuesto, contrasta con la postura gubernamental de que todo está apacible, dominado.
CANTERITA
Toc, toc…Del 15 de diciembre del 2023 a más allá del 1 de enero del 2024, los gobiernos michoacanos, léase el estatal y los municipales, aprovecharon la coyuntura para dar, por pedacitos, prácticamente un nuevo informe de labores, área por área, como no queriendo, pero nada discreto.
GOTEO
Veremos si en su próxima visita Claudia Sheinbaum Pardo es capaz de sentar en la misma mesa a Raúl Morón Orozco y a Alfredo Ramírez Bedolla, claro, previo apretón de mano y efusivo abrazo, sin dejar a un lado las sonrisas mutuas.