Morelia/Redacción
El 22 de diciembre pasado un grupo de personas se plantaron en las instalaciones del Ayuntamiento de Apatzingán, lo tomaron y no paralizaron labores.
Los integrantes del grupo estaban armados y se autonombraban autodefensas; entre sus múltiples demandas planteaban la liberación de José Manuel Mireles, la captura de los responsables de la muerte del hijo de Hipólito Mora, entre otras.
15 días después, en la madrugada, 9 de estas personas perderían la vida (cifra oficial emitida por la Comisión para la Seguridad de Michoacán, que encabeza Alfredo Castillo), en un enfrentamiento con elementos de la Policía Federal y el Ejército Mexicano que buscaban desarmarlos cuando se encontraban en las instalaciones del ayuntamiento.
El antecedente
Todavía en diciembre pasado, luego de la toma del palacio municipal, se venía haciendo la denuncia por parte del sacerdote de esa localidad, Gregorio López Jerónimo, mejor conocido como Padre Goyo, que los presuntos autodefensas no eran tales, y que por el contrario eran integrantes del grupo “Los Viagras”, señalados por tener presuntos vínculos criminales.
Concluyó el 2014, y con el tema del enfrentamiento entre el grupo de Hipólito Mora y Luis Antonio Torres, “El Americano”, que dejó 11 muertos, registrado el 16 de diciembre, días antes, no se atendieron las denuncias hechas por el propio Padre Goyo.
Nuevamente, ahora el 3 de enero pasado, luego de visitar a más de 200 autodefensas presos en Morelia, mismo día en que se le dictó auto de formal prisión a Hipólito Mora, el sacerdote remarcó que Apatzingán se encontraba secuestrada por el grupo que calificó como delincuentes.
El sacerdote había asegurado que este grupo de civiles armados, vinculados con “Los Viagras”, sólo estaban enarbolando demandas justas “para lavarse las manos”.
El violento desarme
Pasaban de las 3 de la mañana y, de acuerdo a las versiones oficiales, elementos de la Policía Federal comenzaron con el operativo en las instalaciones del palacio municipal de Apatzingán; aquí fue cuando se registró el primer deceso, como parte de un primer enfrentamiento.
Luego del primer enfrentamiento y también primer deceso, las fuerzas federales, ya con el Ejército Mexicano, decomisaron 23 vehículos y armas largas, que pertenecían a las personas que mantenían tomado el inmueble del ayuntamiento.
Al llevar estos vehículos al corralón, en el trayecto, explicó posteriormente el Comisionado para la Seguridad de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, un grupo de personas armadas emboscaron a los elementos del Ejército, donde se registró un nuevo enfrentamiento, en este murieron 8 civiles armados más.
Producto de estos enfrentamientos en este municipio de Tierra Caliente, el mismo comisionado para la seguridad del estado, dio a conocer que fueron detenidas 44 personas que estaban armadas, quienes quedaron a disposición de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Para ese momento, informaron las propias autoridades, ya se había “recuperado” la alcaldía.
Los cuerpos de los civiles que perdieron la vida en los enfrentamientos fueron trasladados al Servicio Médico Forense, en la capital michoacana; los cuerpos fueron trasladados con un fuerte dispositivo de seguridad.