Morelia/Héctor Tapia
Ante el descredito que tiene el sistema político actualmente en Michoacán quien gane las elecciones en este 2015, sea del partido que sea, carecerá de legitimidad, aseveró en entrevista el político Cristóbal Arias Solís.
Señaló que la ciudadanía pasará la factura a la clase política y a los partidos políticos por la situación que prevalece en la entidad, tanto en materia económica como en materia de seguridad. Esta factura la pasará no participando.
Dijo que la no participación ciudadana será una muestra de rechazo a los partidos políticos en general. Para él, a partir de la situación que prevalece en Michoacán provocará “un altísimo grado de abstencionismo, como una medida de repudio y rechazo al sistema político en general que deslegitimizará” a quien gane, independientemente del partido que sea.
“Veo cada vez más nebuloso y complejo lo que se vive en Michoacán y en el país en general”.
Remarcó que las autoridades electas en el 2015 carecerán de legitimidad, y si a esto se le suma que “no veo movimientos independientes, que planteen soluciones a lo que se vive”.
Señaló que si no surgen “fuertes movimientos independientes, de carácter regional, ciudadanos, con cuadros dispuestos a retomar esta problemática, mucho me temo que lo único que se nos va a ofrecer es más de lo mismo”, y la ciudadanía votará por el menos peor.
En este sentido dijo que es desalentador el panorama.
En cuanto a la izquierda, Cristóbal Arias dijo que esta fuerza política no tiene un planteamiento ni programa que articule a la propia izquierda y que aglutine y atraiga a la sociedad.
Indicó que el problema en Michoacán es la falta de estado de derecho. En tanto los partidos, incluyendo la izquierda, no se planteen el “cómo implementar los mecanismos para combatir la corrupción y la impunidad, dentro de los propios partidos, los gobiernos, con quienes tienen colusión con intereses como el crimen”, será sólo lo mismo.
“Mientras no se planteen los mecanismos para que se ejerza acciones legales, vamos a estar empantanados con la crisis de credibilidad de la ciudanía con el gobierno, y los propios partidos. Y su falta de legitimidad hacia la población”, agregó.
Remató diciendo que hay una especie de complacencia y sumisión de las organizaciones políticas que no hacen su ejercicio de autocrítica, que no se deslindan de gobiernos pasados emanados de las filas de estos partidos, lo único que hacen es “caer en el autoengaño artificioso, en la simulación”.
