Comparte

Morelia/Julieta Coria

Si la profesión periodística fuera respetada en este país, no estaríamos en la procuraduria, siendo parte de una denuncia, si el magisterio no fuera tan violento, no habrían cometido este abuso de poder.

Constanza apenas tiene 19 años y llevaba poco tiempo, menos de un mes, ni siquiera trabajando, sino haciendo sus prácticas en este medio digital, al evento que acudió no fue de gran peligro, o al menos eso pensábamos.

Hace un par de días, durante su labor periodística, fue agredida y amenazada por un grupo de «mujeres» que se sintieron ofendidas cuando se atravezaron en el lente de la cámara de Constanza, y al verse retratadas decidieron que no debía fotografiarlas.

Constanza fue agredida con un lenjuaje, que nadie imaginaria saldría de una docente, sus violentas agresiones por evitar ser fotografiadas llegaron al grado de jalonearla y romperle la blusa, cuando corría a esconderse de sus agresores.

Ante ello, nos encontramos en las grises oficinas de la PGJE, entre largos pasillos, donde los empleados de manera mecánica, permanecen en sus cubículos blancos, como inertes,perplejos, a la espera de nuevas víctimas.

Constanza relata los hechos por décima vez, apenas llegando a la Procuraduría medios le realizaron la entrevista, recibió apoyo de las compañeras, «no es normal, pero es común», son muchos los periodistas que han tenido ‘roces’ solo por cumplir su trabajo.

Fue largo el proceso, mas cinco de horas entre oficina y oficina, una y otra vez los hechos, aquellos tanto lastiman al gremio, y aún llena de miedo y nerviosismo a Constanza, que valiente ha dado testimonio de los sucedido, hoy se abre carpeta de investigación, y esto apenas comienza…