Morelia/Vianey J. Cervantes
La pila del Gallo lanzaba a los morelianos el sonido del agua, el aire húmedo y la cantera mojada hacían de la visita una situación agradable. Al interior de La Truja, los periodistas se aglomeraron frente a una mesa de madera, tras la cual, sentados, se encontraba una pequeña niña delgada y su padre, eran Grecia y Flavio Waldo, padre e hija ajedrecistas.
La rueda de prensa fue realizada para mostrar a los medios los resultados del concurso de la pequeña, quien viajó a Nueva Jersey para ser parte de los 400 competidores del North American Youth Chess Championship 2017, donde fue representante mexicana, michoacana, parachense…
Notablemente nerviosa, la pequeña respondía con voz baja a las preguntas de los medios, sonriendo tímidamente, dejaba a su papá la gran cantidad de preguntas, mientras ella jugaba con su playera, la cual cambiaba de “Bye” a “Hi”.
Una mesa con fruta fresca, yogurt y café se encontraba al fondo, Flavio, sonreía gustoso y orgulloso del gran paso que dio su hija, mientras recordaba lo difícil que fue la competición contra los niños asiáticos. “Había cosas que yo pensaba que era muy pequeña para enseñarle”, dijo.
Grecia, quien quedó en el puesto 24, recordó que fue difícil la primera competidora “no sabía cómo ganarle”, dijo sonriente. La rueda de prensa terminó con la anécdota de un asalto al coche en el estacionamiento de Las Américas, donde los ladrones habían sustraído el tablero de ajedrez de Grecia, por eso esta ocasión no se encontraba en la mesa.
El clima en el centro histórico permanecía frío, un anuncio de mezcal llamó mi atención, sin embargo, preferí tomar una galleta de chocolate, mientras Grecia contaba sobre su próximo torneo, para el cual viajará a El Salvador y esta vez, se preparará mucho más.
Termina entonces la rueda de prensa y los periodistas corren a servirse un energético de “rapidito”, mientras recuerdan a dónde más deberán partir. La pequeña se siente orgullosa, feliz. Es un logro ir tan lejos a competir sin el apoyo del gobierno, no lo dicen ellos, lo decimos todos.
