Morelia/Vianey J. Cervantes
Juan Bernardo Corona Martínez entró con paso firme, rodeado de sus guardaespaldas con trajes grises y mirada fría, fue inmediatamente abordado por una estampida de periodistas que lo detuvieron como una ola.
El secretario de Seguridad Pública de Michoacán fue ‘golpeado’ con la primera pregunta: ¿no es malo que los policías tengan apenas la secundaria?, como buen político dio una respuesta diplomática y pausada, recordando que se realizan cursos y talleres de talla internacional para preparar a los policías, todo es un proceso con sus debidas precauciones y adecuado al nivel de cada policía.
«Se están perdiendo vidas, secretario…» la pregunta casi se perdió en el aire.
Una decena de policías enmarcaban la entrada al Salón Premier del Hotel Best Western, que en su interior resguardaba a alrededor de doscientos policías michoacanos que asistieron a la entrega de equipamiento de los elementos de seguridad y a la conferencia «La actuación del policía como primer respondiente».
La ceremonia fue inaugurada por el director del Instituto Estatal de Estudios Superiores en Seguridad y Profesionalización Policial de Michoacán (IEESSPP), José Antonio Bernal Bustamante, quien agradeció el esfuerzo y el apoyo que el gobierno estatal ha tenido en la preparación de los nuevos defensores ciudadanos.
Entonces, se proyectó un video donde se narraba la historia de la Academia, las capacitaciones que realizan los aprendices a policía; con una música épica e imágenes reales, el video logró crear en mí una admiración por quienes dan la vida en la lucha y defensa de la ciudadanía, sin poder comprender, al verlos tirar el gatillo, cómo tienen el valor de salir a luchar, a matar o morir incluso, algunos de ellos.
Han sido cerca de 30 policías los que han muerto recientemente en el cumplimiento de su deber; la preparación que realizan, las habilidades que desarrollan y el estado tan problemático en el que viven le dan a su trabajo un valor extra. «Dignificar la imagen del policía», dice Juan Bernardo, es una necesidad latente no solo en Michoacán, sino en México completo. Un país que a referencia internacional, sabe a «corrupto».
Tres grandes maletas negras fueron entregadas a tres cadetes por el mismísimo secretario Juan Bernardo, quienes recibieron cada uno, 100 armas cortas, 100 armas largas, 200 cintas para delimitar, candado de manos, bastón, equipamiento policial de defensa personal y estuche para equipamiento de defensa personal, el cual fue mostrado en un hombre que algunos llamaron «el iron man mexicano», pues era un hombre con una fuerte armadura color rojo vivo.
El evento terminó rápidamente, los policías eran ordenados, casi sistemáticos. Juan Bernardo Corona se limitó a dar el discurso de cierre, primero con cinco minutos de agradecimientos, y después hablando sobre la inversión histórica que se le ha dado a la policía en Michoacán en esta administración.
Un hombre subió al escenario, mostrando los nuevos equipos de seguridad del policía, de un rojo vivo. Los que el gobierno del estado entrega para reforzarlos, apoyarlos, darles mejores herramientas para defender a la ciudadanía de uno de los estados más conflictivos de México.