Morelia/Vianey J. Cervantes
«Estamos cansadas y hasta el tope de que haya exigencias, pretextos y acusaciones públicas de ‘a mí no me toca’ de los políticos», Lucero Circe López, presidenta de la Asociación Civil Humanas Sin Violencia, hablaba con pasión y rabia. La bufanda de colores que colgaba de su cuello subía y bajaba al ritmo de su voz.
Humanas sin violencia convocó a una conferencia por los casi nulos avances que el gobierno silvanista, «incluyente y de todos» ha logrado durante este primer año de la alerta de género en 14 municipios del estado. Un casi invisible avance del 12. 9 por ciento en las acciones, «las mínimas requeridas».
El Foro, centro cultural sede de la conferencia era un lugar pequeño, de arte independiente, los periodistas compartieron las mesas y comieron galletas mientras la indignación de otra obra de impunidad del gobierno se creaba al ritmo de la voz de Circe.
«¿Cómo van a vivir esos niños pensando que asesinaron a su mamá por una justificación?», inaúdito pero real comentario de Lucero Circe, cuando mencionó que el poder Judicial y Legislativo de este estado se atrevía a otorgar la custodia de los hijos, las víctimas indirectas, a los feminicidas. México, el país donde todo puede pasar; en este tema, resurgió el incumplimiento del gobierno respecto a la prometida reparación simbólica a las víctimas, una acción contenida en la AVGM.
El aroma del café de olla inundaba el rústico lugar, la voz de Circe, como siempre, resonaba en la mente de hombres y mujeres, rápida, como si se le acabase el tiempo, el día. Las pocas cifras que adelantaron eran terribles: Michoacán, diez mujeres asesinadas al mes. Michoacán, 61 mujeres asesinadas en seis meses.
Se resaltó el hecho de que la discriminación es desde que se pone la denuncia, difícil. «Casi te piden el nombre del violador». Con tristeza, las Secretarías brillan por su impunidad, y la justicia, ni sus luces.
En Morelia, no existen mecanismos para atender la violencia a la mujer. He ahí las denuncias «ignoradas» al acosador de Altozano, el acosador de Acueducto, el acosador del transporte público, el acosador de la obra, ni mencionar aquella mujer que pidió ayuda a la Secretaría de la Mujer, fue ignorada y asesinada, pero Circe no culpa a las Secretaría, culpa a la desorganización de los poderes para tratar este tema.
«Lo que no queremos es que no se contabilice el cuerpo, sino que se prevea (…) No sé, ahí se lo dejamos al gobierno para que nos conteste…». Abordó el tema sobre las colonias más peligrosas, «donde ni siquiera te quieres bajar», inmediatamente pensé: Prados Verdes, Pedregal, la Colina… Y sí, ¿cómo toda la ciudadanía sabe eso, y el Gobierno ni idea?
«¿Cuál es el nivel máximo de brutalidad que puede ejercer un hombre sobre una mujer para que se considere feminicidio?», pregunta Circe, pues de las 61 mujeres asesinadas, para Humanas Sin Violencia, todas ellas son crimenes de género, pero, afirma, la Procuraduría solo ha considerado seis o siete como tal.
No existe presupuesto, no existe coordinación, no existe un involucramiento real por parte de las Secretarías cuya labor es defender la equidad y el derecho de una vida digna y sin violencia de la mujer. La alerta de género sirve, pero solo para ver todo lo que no se ha hecho.
A este paso, le tomaría al gobierno michoacano combatir los feminicidios y la peligrosa situación 8 años. Al ritmo que vamos, habrían muerto de forma violenta más de mil cien mujeres, tan solo en Michoacán y eso, si la situación no empeora…