Morelia/Redacción
La historia sucede en la ribera del lago de Pátzcuaro, una joven indígena, soltera, embarazada, de Santa Fe de la Laguna, da luz a un bebé, a un lado de su territorio, en Quiroga, a escondidas de su familia.
La imberbe madre regresa a su hogar, sin su pequeña, la deja al cuidado de la partera, pero al regresar ya no está y la mujer sin más le dice que, sin su consentimiento, la dio en adopción a una pareja que se la llevó Puebla.
Y, ahí inició el drama, la búsqueda de Ma. Guadalupe Ramírez Barajas de su pequeña Natalia Araceli, y la denuncia por delito de trata de blanca, en el área de atención a víctimas estatal, a cargo de Selene Vázquez Alatorre.
Casi un año para la localización del bebé, de corroborar legalmente la maternidad y de que, finalmente, retornara a la madre, quien hoy en día vive en una parte de la región del oriente michoacano.