Sindicato que no defiende (Fotogaería)

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

El flujo vehicular se detuvo en seco, los coches, combis, taxis, se quedaron estáticos, con sus motores encendidos, a la altura del bosque, sobre la avenida Acueducto. Las luces rojas traseras de los coches marcaban el freno que todos tenían a la espera de avanzar.

“Otro bloqueo”, dijo el chofer de la combi. Sin embargo, en esa parte no son tan comunes.

Un grupo de alrededor de 570 maestros mantenían bloqueadas dos calles; es decir, no sólo estaba detenido el tránsito vehicular en Acueducto, también lo estaba en la Ventura Puente, a la altura de la Secretaría de Administración y Finanzas del Gobierno del Estado.

En sus lonas demandaban el pago de 58 millones de pesos que se les adeudan desde el 2011, cuando estaba al frente del gobierno del estado, el perredista Leonel Godoy Rangel, cantidad que no sólo no se les pagó sino que además se retrasó, hasta la fecha el pago.

No es el único pago que se les adeuda, hay otro de alrededor de unos 15 millones de pesos, de otros periodos que también se les deben, explica uno de los profesores que mantienen bloqueada la circulación.

Un par de vehículos oficiales, escoltados por guardias de traje, lentes oscuros, y sistemas de radiocomunicación, están hasta al frente de la larga fila de vehículos detenidos por el bloqueo.

Estas camionetas oficiales, sin logos, tipo Suburban, aceleran el motor aun estando estáticos, como de forma retadora a los manifestantes; entonces, uno de los arcos, les sirvió como salida del bloqueo, subieron a la banqueta y evadieron la protesta que les había costado ya varios minutos de estar ahí atorados.

Las camionetas salieron a prisa, y detrás de ellos los guardias, corriendo detrás de las mismas hasta alcanzarlos casi al frente de donde se encuentra el Club de Leones, una cuadra después.

Le siguieron una fila de automovilistas que vieron que era “sencillo” evadir el bloqueo saltándose las banquetas de los arcos del Acueducto.

“Es la única forma que tenemos para que nos resuelvan”, dice uno de los manifestantes.

¿Y su sindicato?, se le pregunta; contesta que como no está dentro del plan de lucha o programa a seguir no les apoyan. Pertenecen a la corriente de disidencia. “somos la disidencia de la disidencia”, indica.

Dice que en esa ocasión sólo acudieron a la protesta los 570 maestros de todo el estado, que estaban apuntados; sin embargo, indica, señalando a las dos manchas de maestros que se encuentran una en Acueducto, y otra más en la Secretaría de Finanzas, que esperan una respuesta, un acuerdo, son muchos más los maestros que padecen esta situación.