Morelia/Karen Quintero
Dio inicio el evento de conmemoración al día de la lucha contra el VIH-SIDA en las instalaciones del Instituto de la Juventud Moreliana, donde estaban alumnos de distintas escuelas escuchando atentos, uniformados, sobre lo importante que es tener una responsable vida sexual y la meta que se tiene para evitar que haya más contagios de VIH-Sida.
Los adolescentes, los jóvenes, miraban desde abajo, sentados, la exposición hecha tanto por médicos, como por funcionarios que presentaban cifras frías pero preocupantes.
Al terminar la presentación se les invitó a los asistentes, la gran mayoría jóvenes estudiantes, a los módulos de información.
Había mesas listas con folletos y preservativos, donde se exponían los distintos métodos anticonceptivos; además, los interesados se podían hacer la prueba del Sida.
Incluso, en alguno de los módulos que se instalaron para la ocasión había uno exclusivamente para vacunación contra la influenza, aprovechando el evento.
Los jóvenes de acercaban al módulo donde se les daban condones, llenaban sus bolsas de ellos y sus expresiones eran de felicidad; entre ellos se murmuraban “¡hay que llevar más!”, “¡Pide más!”, entre carcajadas.
Las mujeres, apenadas, con sus rostros rojos, con sonrisas tímidas, de nerviosismo, se acercaban a recibir folletos; después se juntaban en grupos, susurrando, planeando el acercarse a los demás módulos, buscando la aprobación de su grupo e ir todas juntas, nuevamente apenadas.
Entre el grupo de jovencitas una de ellas de acerco a un módulo, con la cara apenada, tomó un folleto, simulo leerlo, paseando su mano sobre la mesa donde había condones, hasta que el encargado de la mesa le dijo puedes tomar los que quieras, ella volteo a verlo con una sonrisa, y sus mejillas rojas, tomo un condón simulo leerlo segur leyendo el folleto y se retiró.