Otro día con hambre

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

 Asoma el rostro desde su casa de campar, que instaló en el edificio de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, desde ahí observa el paso de los transeúntes. Desde ahí, Graciela Delgado Luna, ve también a ex policías que, en solidaridad, han ido día a día a acompañarle en su huelga de hambre.

Este lunes sumó un día más a su protesta: un día más sin alimentos, un día más con hambre. Alcanzó los 8 días exigiendo la renuncia del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), José María Cázares Solórzano, quien, explica en entrevista, no sólo ha sido omiso con su caso, sino que favoreció a que ella se quedara sin su empleo en la Procuraduría General de Justicia del Estado, en el cual llevaba ya 27 años.

Antes de dar la entrevista pide un momento, tiene que pasar al baño. Desde hace más de una semana utiliza el de la Comisión Estatal de Derechos Humanos para sus necesidades. De forma complicada se pone de pie, luce débil.

En la casa de campar, hay en el suelo varias colchas haciendo de piso, también hay una cama de tijera, donde pasa las noches. Por un lado se ven paquetitos de toallas húmedas, tiene un calentador que le fue regalado para que continuara con su protesta.

Llega del sanitario, vuelve a entrar a su improvisada y momentánea casa, se le acercan varios representantes de la CEDH; intentan convencerla de que se puede establecer una mesa de diálogo para que exponga su caso, pero ella es enfática sobre sus demandas, quiere la renuncia de Cázares Solórzano y que su caso se lleve con transparencia y legalidad.

La médico forense, con gesto amable, habla con tono firme sobre su caso. Reconoce que a más de una semana la fuerza de su cuerpo no es la misma; se ha hecho los chequeos médicos de forma diaria. Su situación se podría complicar en cualquier momento. Destaca que padece de Diabetes Mellitus, por lo que se procura lo mejor que puede dentro de su huelga para soportar más su protesta.

Detalla su caso. Desde hace más de un año viene viendo su caso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, dado que se le habían aplicado pruebas de confianza con múltiples irregularidades; sin embargo, a pesar de estar dándole seguimiento ante el organismo descentralizado, éste prácticamente se desentendió del mismo, le hicieron dar vueltas una y otra vez, cerraron un expediente del caso y abrieron otro. Todo esto derivó en que finalmente se quedara sin su empleo.

Luce delgada, de pelo corto, un poco desaliñado. Dice que hay días que si pasa frío. Remarca que ha recibido el apoyo por parte de quienes fueran sus compañeros. También hay personas que han llegado y le han llevado algunos artículos para que siga en su protesta.

En la entrevista acusó de corrupción directamente a Martha Guzmán Castañeda, quien, dice, fuera hermana de un dirigente partidista, y que la “premiaron con un puesto público”, es la principal promotora de que fuera dada de baja de la procuraduría.

Señaló que ha sido tratada como si fuera un documento, sin que se le respeten sus derechos humanos por parte del ombudsman, quien, ironiza, es el que debe velar por el cumplimiento de sus derechos.

Exigió la revisión de su expediente desde una visión de Derechos Humanos, así como también la renuncia del presidente de la Comisión Estatal de Derechos humanos.

Apuntó que en la última ocasión que tuvo contacto con Cázares Solórzano éste le dijo lamentar la situación y que no pudo negociar nada a su favor, ante lo que Delgado Luna remarcó que sus derechos no se negocian.