Morelia/Samuel Ponce Morales
Fuerte y claro fue el mensaje del grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), sin él las decisiones importantes, las que requieren de mayoría calificada, del voto de 27 de los 40 diputados, no pasan en el Congreso del Estado.
Para eso es el grupo mayoritario y, aunque tiene sus judas, se disciplinan y asuntos como la designación del titular de la segunda sala penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado (STJE) no pasó, la plaza sigue vacante desde el seis de junio de 2016 cuando en su oficina murió, a causa de un infarto cardiaco, el magistrado Plácido Torres.
Falta de oficio para el cabildeo mostró el presidente de la Comisión de Justicia, Ángel Cedillo Hernández a quien el pleno de la 73 legislatura le devolvió el asunto para que arregle el desaguisado provocado por querer imponer a Ana Luz Mila Barrera, recomendada del diputado con licencia y actual secretario de Seguridad Pública, Juan Bernardo Corona.
Se trataba de una operación aritmética elemental, todos los votos juntos de los diputados del PRD, PAN, PT, MC y Morena, dan 25 y la mayoría calificada requiere de 27; los del PRI son 15 y pueden anular el voto o salirse del recinto al momento de la votación, pero tienen algo que se llama disciplina.