Morelia/Héctor Tapia
La violencia en contra de la mujer, que se refleja en crecientes homicidios donde ellas son las víctimas, no sólo es una cuestión de omisión por parte de las autoridades, sino que es una estrategia del Estado para resquebrajar la voluntad de protestar y exigir seguridad por parte de las mujeres y la misma sociedad, consideró Berenice Agabo, quien es integrante del colectivo Matrioska, organización que impulsa temas relativos a género.
De acuerdo a lo que explica en Michoacán en la cifra de feminicidios “ha habido un incremento alarmante”.
La cifra es que en lo que va del 2014, de enero a octubre, van 80 asesinatos de mujeres, y en algunos otros reportes, se señala que hubo hasta más de 85 feminicidios. Respecto a años como en el 2011 hubo 117 casos, mientras que en el 2013 hubo 90 casos.
Lo que les lleva a pensar que ha ido en incremento este tipo de delitos, explica, es que “no hay una forma exacta de definirlo, dado que hace falta una manera clara de documentarlos; cuando hay un asesinato de mujeres” no hay un protocolo para definirlo y asentarlo como feminicidio. De esta forma señala que las cifras de la procuraduría son mínimas.
“Creemos que es alarmante tan sólo el número de 80 feminicidios”; en este contexto criticó la postura del gobernador Salvador Jara Guerrero que dice que el tema de inseguridad es producto de una mala ciudadanía.
Al respecto dijo que “es penoso e irresponsable de parte del gobernador, es lavarse las manos sacarle a su responsabilidad y no asumir que este estado, muy por el contrario de disminuir los índices de violencia, van en aumento alarmante”.
Dice que la sociedad se da cuenta de la situación que prevalece, “por eso protestan por casos como Ayotzinapa”, y en este caso, como el de la inconformidad de ellas, por la violencia sistemática contra las mujeres.
Berenice Agabo, cree que es importante salir a la calle a hacer la denuncia, “porque ninguna se siente segura de salir a la calle. Apostamos a visibilizar la violencia hacia las mujeres y sensibilizar para poner un alto a la violencia sistemática”.
Remarca que el problema de la violencia hacia las mujeres no es sólo una omisión, sino es una estrategia del estado; “así como se señala en el caso de Ayotzinapa, en el caso de las mujeres, es claro que el estado mexicano tiene una responsabilidad no sólo por omisión sino por ejercer un estado de militarización donde una de las principales víctimas son las mujeres”, que son víctimas de violencia de los elementos militares y policiales. “Es estrategia de querer atemorizar para callarnos y no denunciar tanta violencia”.
En Michoacán, dado el clima dejado por el crimen organizado, “la mujer está en una situación de vulnerabilidad ante esta situación de violencia”. Una de las principales denuncias de las autodefensas fue la violación de las mujeres, hijas y esposas, señala. Esto sigue pasando en el estado.
