Morelia/Alan Ortega
Con un ataúd a sus pies, con la leyenda “Mis derechos”, Graciela Delgado comenzaba huelga de hambre en la entrada principal de la sede estatal de la Comisión Estatal de Derecho Humanos (CEDH) a las 8:30 a.m., denunciaba negligencia por parte de ésta institución y del Centro de Control y Confianza.
De pie en todo momento, la médica forense daba información a los representantes de los medios de cómo se ha desarrollado su caso a lo largo del tiempo, culpaba en todo momento al Centro de Control y Confianza, así como la Comisión Estatal de Derechos Humanos, que actuaron con negligencia en su caso, pues la señora Graciela Delgado padece de la enfermedad Diabetes Mellitus y en todo momento lo menciono, incluso antes de que le fueran practicados los exámenes.
En una mesa dónde mostraban todos los documentos oficiales de su caso la doctora Delgado denunciaba el trato que le han dado en Comisión de los Derechos Humanos; relata que no solo fue ineficiente, sino que ha sido omisa, negligente y apática, lo que derivó en que finalmente fuera removida de su cargo.
Con carteles y lonas pegados sobre la fachada de la Comisión Estatal, evidenciaba detalles de su caso y exigía la renuncia del Ombudsman michoacano, José María Cázares Solórzano.
Mientras la ex trabajadora del departamento de medicina forense de la Procuraduría de Justicia del Estado protestaba, algunos trabajadores del lugar observaron las pancartas que remarcaban su inconformidad.
40 minutos después de haber iniciado de manera oficial la huelga de hambre, el Ombudsman hizo acto de presencia en las instalaciones; pasando de largo, sin atender en ese instante a la doctora Graciela Delgado, lo cual, finalmente haría, minutos después.
La señora Delgado corre el riesgo de complicar su enfermedad; ella misma anunció que está dispuesta a luchar en contra de este tipo de injusticias. Se dijo dispuesta a recibir atención médica a diario.
La Procuraduría de Justicia en el estado la despidió oficialmente el mes de abril y menciona que ahora ha sufrido un daño moral, patrimonial y en su salud por lo que ha quedado totalmente vulnerable.