SNTE, ¡los pagos no llegan!

Imagen: ACG
Comparte

Morelia/Redacción

Esta mañana se lleva a cabo la rueda de prensa por parte del SNTE, encabezada por el profesor, Juan Manuel Macedo.

Ante la presencia de medios masivos de comunicación, el delegado de la DIII6 del SNTE pretende hablar sobre las «inquietudes» en la Secretaría de Educación sobre la falta de pagos.

En nombre del SNTE, se deslindó de las situaciones generadas por el Gobierno, principalmente del sistema- estado, por la ausencia del pago de 5 o 6 bonos a los trabajadores; explicó que el Gobierno Federal ha pagado en tiempo y forma, y es el Gobierno del Estado, con un comportamiento que califico de «apático», quienes no entregan los pagos.

Agregó que la falta de pagos genera trabajadores «desesperados», informó que «han hecho gestión cada vez que falta un bono, sin tener respuesta de la Secretaría de Finanzas» y puso como ejemplo, un acuse de diciembre del 2016.

Declaró que «no le queda claro» cómo es que no hay dinero en la Secretaría, e invitó a mirar los arreglos que se han hecho, mismos que «podrán ser necesarios, pero podrían esperar», además destacó los gastos hechos por el gobierno, como las computadoras adquiridas para la evaluación que «no se realizó».

Hizo mención de dos temas: Principalmente, sobre los grupos que se van quedando solos, en espera que los jóvenes evaluados se vayan a las plazas, pero «no les alcanzó»; y «¿cómo estimula la evaluación si no hay plazas?», refiriéndose a que no ha concluido el proceso para pagarle a la gente, es decir, en cierto punto no habría ninguna recompensa.

Insistió que «para todo hay dinero, excepto para las condiciones de los trabajadores»; respecto a las declaraciones del gobernador Silvano Aureoles en California acerca de los migrantes que estarían por ser repatriados, les dijo «¿A qué vienen, a sufrir más?» y sobre los niños que serán recibidos en las escuelas, explicó que «¿cómo? si ni siquiera hay maestros».

Afirmó que los trabajadores ya han perdido la confianza y declaró que es imposible que les sigan «dando atole con el dedo» ni pedir calma.