Morelia/Samuel Ponce Morales
En el reconocimiento gubernamental a su quehacer como arzobispo de Morelia, el Cardenal Alberto Suárez Inda habló que ante la difícil situación que se vive, la iglesia católica no quisiera ser la piedra en el zapato, pero que tampoco sus líderes “podemos ser perros mudos”.
Y, en Casa de Gobierno, en donde el principal anfitrión fue el gobernador Silvano Aureoles Conejo, habló del despertar la conciencia, de dejar atrás actitudes pesimistas y hasta torpes, de conformarse con un todo está bien o un no puedo más, “de quedarnos vacíos”.
En el lugar, que con congregó a diversos líderes sociales, el jerarca religioso añadió que cada uno, en su respectivo campo, tiene tareas enormes qué hacer, “con alegría, amor y servicio”, pero, acotó, siempre dentro de un ambiente de respeto y de diálogo.
Pidió a los michoacanos a mirar el futuro con optimismo, pero no en forma ingenua, argumentando que la realidad es prometedora y que son tiempos en que “nos debe interesar más el puente que el muro, que no sé quién lo vaya a construir”.
Alberto Suárez Inda dijo que lo importante es que haya comunicación, que se impulse la transformación de la realidad y sobre todo poner los pies sobre la tierra, por el hecho de ser creyentes “no quiere decir que vivamos en las nubes”.