Y… ¡Nada hicieron!

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Alan Ortega

Sobre la calle Sargento Manuel de la Rosa, de la colonia Chapultepec al sur de ésta ciudad, afuera de las oficinas del Partido Acción Nacional (PAN), los vestigios de papelería y propaganda yacían sobre el pavimento.

El escenario daba constancia del festín que, hasta momentos antes, se habían dado los supuestos normalistas pertenecientes a la Escuela Normal de Educación Física (ENEF).

Afuera de las oficinas, los trabajadores del partido, que atestiguaron la irrupción de los normalistas, estaban con las caras pálidas.

Relataban que cuando observaron la llegada de los supuestos estudiantes, decidieron cerrar el acceso principal a la sede del partido. Los normalistas se notaban muy agresivos, decían.

Desde adentro, contaron los empleados del PAN, se escuchaba como los normalistas golpeaban reiteradamente la puerta, de forma evidentemente agresiva, ya que intentaban ingresan a las instalaciones.

Ellos, los oficinistas, calculan que estuvieron alrededor de 30 minutos luchando para que los estudiantes no entraran por la puerta. Colocaron sillones y mobiliario de  la oficina para obstaculizar el acceso.

Cerca de ahí, observando, cerca de 200 elementos de la Fuerza Ciudadana. Los elementos de seguridad nada hicieron para impedir que los manifestantes lograran ingresar, frente a ellos, a las oficinas y destrozar las instalaciones, relató el personal del partido.

Encapuchados, montados en el techo del autobús, los normalistas lograron ingresar al edificio por un ventanal de cristal que rompieron y que da a la oficina del líder estatal de este partido, Miguel Ángel Chávez Zavala.

Ya adentro, los que ingresaron a la fuerza, comenzaron a destruir los lujosos muebles, hechos de maderas finas, pantallas, puertas, mobiliario y papelería; además, dejaron de recuerdo una pinta que reza  “Fuera mal gobierno, Ayotzi” al lado de un pequeño cuadro con el logo del PAN.

Después de destrozar la oficina del líder panista, en la planta superior, los estudiantes bajaron y abrieron la puerta principal; de esta forma permitieron entrar a sus compañeros a las instalaciones, quienes esperaban ansiosos para ingresar.

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, gritaron una vez dentro de las oficinas.

Mientras  ‘pintarreajaban’ cada pared, dentro del lugar dejaban mensajes como el de “¿Dónde están los 43?”.

Otros de sus compañeros, con sus manos, garrotes, y hasta con patadas, iban destrozando cada cubículo, mueble, computadora o pantalla de televisión que iban encontrando; no dejaron articulo electrónico en buenas condiciones.

Dicen los testigos que los normalistas fueron una estampida que no duró más de 10 minutos.

Al terminar los destrozos los estudiantes se dirigieron, en 5 camiones de la línea Purépecha, a las instalaciones del PRD, ubicadas sobre la avenida Nocupétaro, lugar en donde ya habían sido alcanzados por elementos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), quienes amenazaban con desalojarlos.

Los estudiantes se mantuvieron afuera del PRD por un lapso de 20 minutos, realizando de nueva cuenta pintas en la parte trasera de estas instalaciones; nuevamente con la anuencia de los elementos policiacos, hasta que los normalistas se dispersaron, unos con rumbo a Palacio de Gobierno y otros más a las instalaciones de la ENEF.