Morelia/Samuel Ponce Morales
1.- Son cinco esencialmente los pretextos de los transportistas públicos para incrementar de 7 a 9 pesos el pasaje: próxima liberación de precios de gasolinas, los ajustes al salario mínimo, la inflación, aumentos en insumos y en el costo de unidades financiadas.
2.- Y en esos pretextos, que dicen que “no se trata de un capricho, sino de una necesidad”, incluyen el de la cartera vencida, pues se ven “imposibilitados de cubrir cabalmente el compromiso de los créditos que adquirieron para otorgar a los usuarios un servicio de calidad”.
3.- Falso lo de servicio de calidad y más falso establecer que el incremento al costo de sus unidades sea equitativo con su propuesta de aumento al pasaje, piden 9 pesos para que, finalmente, accedan a 8 y así señalar que están con la gente de escasos recursos, como si fuera un favor.
4.- Sin embargo, el asunto del aumento de la tarifa en el pasaje y el pésimo servicio del sector, no es solo de los transportistas, sino de las autoridades gubernamentales correspondientes que han dejado de ser árbitros y se apegan a sus amagos, casi en forma incondicional.
5.- Y, el aumento al transporte público, como se espera, será de 8 pesos y todo indica que podría aprobarse, oficialmente, durante las vacaciones decembrinas, es decir, un manotazo contra los usuarios, un albazo gubernamental, una imposición transportista y una pasividad civil.