Lo que se quiera

Imagen: Alan Ortega
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Morelia/Héctor Tapia

Michoacán se encuentra entre los tres estados con mayor biodiversidad de todo el país, sin embargo, a pesar de esta riqueza natural, no se explica el porqué de tanta pobreza y marginación.

La inversión y financiamiento sólo de los grandes productores, dejando de lado a los pequeños, a quienes los créditos les resultan caros, sólo ha profundizado la brecha entre los que más tienen y los más pobres, lo que a su vez ha dejado desempleo, migración y en consecuencia la ola de violencia e inseguridad que se ha dado en varias regiones del estado.

Para la investigadora de la Universidad de Chapingo, la doctora Martha Alicia Perales Rivas, Michoacán es un estado “increíblemente rico en recursos naturales”, entidad que le permite producir “lo que se quiera”, en algunas partes, dice, “es como el edén”. 

La académica remarca que mientras son mucho más productivos estados de la república donde las condiciones climáticas son más severas y críticas que en Michoacán, donde se tiene menos restricciones en este sentido, aquí no se ha logrado ese crecimiento esperado.

Dice que la explicación del rezago y atraso michoacano en el campo está en que históricamente no se ha invertido a las áreas de mayor marginación, que es donde se están generando los problemas sociales más severos, como la violencia generada por el Crimen Organizado. 

“Tenemos una costa michoacana, una tierra caliente, que tienen los municipios de más marginación”, señala; estas regiones “son zonas ganaderas, son zonas de agricultura tradicional, que no tienen comunicación para sacar sus productos, sus cultivos, y entonces hay una pobreza muy marcada, pero también en educación y servicios”, detalla Perales Rivas.

Señala que si los pequeños productores tuvieran financiamientos blandos, si tuvieran una asesoría técnica de alta calidad, podrían ellos tener mejores ingresos y tener al mismo tiempo la producción para el autoconsumo, “con esto mejorarían las condiciones de vida de los propios productores”.

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Martha Perales: La orientación de la política agrícola; la política económica del país, ha sido totalmente errónea, porque se ha invertido en los sectores privados de mayor productividad y competitividad, pero en lugar de ir disminuyendo la brecha entre los productores más pobres respecto a los que tiene mucho mayor capital, se ha ido ahondando esa brecha.

La académica señala que en lugar de que se invierta en armas, en ejército, “de traernos a un virrey y a un gobierno paralelo”, se debería invertir más en programas de verdadero desarrollo rural.

Precisa que el financiamiento va hacia aquellos productores que puedan pagar y que están organizados, y que “qué bueno que estén organizados, porque están generando empleo: los aguacateros, los de frutillas, los limoneros, se están apenas organizando los de guayaba, los de maíz están desorganizados”.

Señala que desde hace tiempo se viene replicando el modelo impulsado por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, que se basó en “mirar” hacia el exterior, y que lo que no se tenía se importaba. En este sentido dice que se tiene que invertir este modelo, tiene que cambiar.

Martha Perales: Primero antes que todo produzcamos nuestros propios alimentos, de una forma sana, inocua, y en segundo volteemos hacia el interior, es invertir el modelo, satisfacer nuestras necesidades de alimentación. Con estas disminuyes violencia, conflictos sociales, comienzas a restablecer el tejido social.

Explica que el estado en los últimos 30 años ha tenido cambios importantes en materia agrícola, se ha colocado como el primer estado agroexportador, lo que ha generado “muchísimo empleo”, “de avanzada en el sentido tecnológico”, Michoacán es una gran potencia, asegura.

Sin embargo, contrasta, si “volteamos a comunidades, tierra caliente, a los bosques, a la costa michoacana, decimos que es un desastre; si hay un avance, pero este avance ha profundizado la brecha entre el sector de altos ingresos y los pequeños productores, de emigrantes, desempleados, y los jóvenes que no encuentran alguna alternativa. Michoacán refleja de una manera muy cruda la política nacional”.

La investigadora señala que Michoacán “es un gran experimento”, lo que califica como desgracia, “porque no se deja que los michoacanos resuelvan sus problemas, porque en Michoacán hay grandes hombres, grandes mujeres, que luchan por defenderse”.

El estado tiene “un movimiento social que no tienen muchos estados de la república, pero precisamente por la descomposición se ha convertido en un estado de los más violentos, con gobiernos corruptos, ineficientes, donde no hay transparencia ni desarrollo y democratización desde abajo”, concluye.