Morelia/Samuel Ponce Morales
Cierto, con un paro y un amago de otro pero indefinido, los integrantes de la Policía Estatal Preventiva y del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) obtuvieron el compromiso gubernamental de pagos pendientes.
Pero el asunto policial debería ir más allá que el reclamo de sus derechos y percepciones acordadas con las autoridades, y es que ese tipo de exigencia no va a la par del cumplimiento de las obligaciones de los demandantes.
En ese sentido, los policías inconformes deberían analizar su papel ante la sociedad y a partir de ello buscar la dignificación de su trabajo y, en consecuencia, el respeto de la ciudadanía, un respeto que hoy en día no tienen.
Si, también las autoridades respectivas deberían otorgar a los policías las garantías no solo en el pago oportuno de sus percepciones económicas, sino para el ejercicio de las funciones sobre terreno.
Por igual, hay que apuntar que no todos los policías pueden ser rasados por igual, pero, sin duda alguna, hay una mayoría cuyo uniforme no impone respeto, sino todo lo contrario y eso debería ser preocupante para todos.