La re Santísima

Imagen: Héctor Tapia
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Ribera de Pátzcuaro/Redacción

Varios motociclistas bajan de sus motos, sus “caballos de acero”, se quitan el caso y los guantes, se enfilan al Santuario de la Santísima Muerte.

El lugar se encuentra en Santa  Ana Chipitiro, cerca de Pátzcuaro. Igual, le preparan su altar para el día de muertos.

Afuera de la casa donde se tiene este recinto, cortan flores de cempasúchil, las van pegando o colocando en la fachada principal, en forma ramo que van en el interior.

Adentro de la casa, a media luz, gran parte iluminada con veladoras, múltiples figuras de la “flaquita”, dicen algunos, de todos tamaños, con la figura de un búho a sus pies o a sus hombros.

En la Casa de la Santa Muerte hay silencio, sólo están los motociclistas que acaban de llegar, no hay tanta afluencia. Llegan otras dos personas, entran recorren la casa-museo, toman fotos.

En cada rincón de la casa hay una estatuilla de la muerte, vestida con distintos atuendos. Haya cuadros con oraciones. Hay imágenes a las cuales les han colocado veladoras. La muerte está por todos lados.

Hay un letrero donde están inscritas oraciones dedicadas para cada día de la semana; donde se le pide que cuide por el trabajo, la familia, dinero, pareja, aspectos que también se le piden a cualquier otro santo; hay también una fuente, donde hay monedas al fondo, quizá de algunos que pidieron algún aumento de salario, o que les cuide en sus trabajos cotidianos.

Son muchos los que tienen filiación con adorar a la Santísima Muerte, ésta noche no están presentes. Los motociclistas, en sus parches a la espalda, los únicos que están esa noche, ellos lo ratifican.