Morelia/Héctor Tapia
Desde afuera, un puño de personas no dejan pasar al Ayuntamiento; no hay movimiento de funcionarios al interior, ni de personas buscando hacer un trámite. Nada. El palacio municipal simplemente no tiene el habitual movimiento para hacer uno u otro trámite.
En el acceso una manifestación-bloqueo y en el interior, afuera de la Sala de Cabildos, otra protesta que sitia simbólicamente al órgano de gobierno municipal.
Los primeros exigen un alto a la invasión de paracaidistas en su colonia; los segundos, demandan que no se construya la gasolinera en el Fraccionamiento Real Universidad, construcción que hace unos días avaló un juez.
Ambos grupos tienen el objetivo claro de reclamar, claramente, al gobierno local una actuación que les favorezca.
Está cerrado…
“No puede pasar”, dice un hombre maduro que está acompañado por otro grupo de personas que en sus manos llevan cartulinas en contra del gobierno municipal. Le exigen que ponga un alto a la invasión de áreas verdes en la Colonia Ampliación 2 de Diciembre.
Llevan desde las 9 de la mañana plantados ahí, esperando a que les atienda algún representante del gobierno municipal y les dé una solución. Forman una valla humana en las puertas del Ayuntamiento de Morelia.
La espera ha sido mayor, ya que las denuncias las hicieron desde el 8 de agosto pasado, pero no se les había dado respuesta. La invasión sigue, los paracaidistas, que acusan, siguen asentados y además confrontándose con los colonos regulares.
“Vengo nada más a entregar estos papeles”, dice un ciudadano que llegó tratando de entrar y quedó confundido y molesto porque no pudo pasar; reclama: “no es justo que afecten a terceros”, dice.
Siguen inmóviles los inconformes. En definitiva no dejan pasar a nadie que no sea de ellos. Incluso a la prensa se resisten a dejarlos pasar. Finalmente acceden.
Afuera, un joven “pero sólo vengo a ver a mi mamá, le entrego ‘esto’ y me salgo”, dice; no, no lo dejan entrar. La posición es contundente. Exigen una solución a esa invasión. Pero dentro, en el ayuntamiento, el órgano de gobierno sesiona, no les pueden atender en ese momento.
Juan Llamas, quien sale al frente de los colonos inconformes, señala que incluso ya la Comisión Federal de Electricidad (CFE) está haciendo instalaciones, y que los invasores se están conectando al drenaje.
Alrededor de él, evidentemente molestos, los vecinos de la Ampliación 2 de Diciembre, fruncen el ceño mirando hacia los representantes de los medios de comunicación, mientras explica que no están dispuestos a ceder esos espacios, los cuales, dicen, pertenecen a la colonia.
Esta es la primera protesta, advierte, y si no se atiende podrían registrarse más en próximos días, asegura el vocero.
Rechazo a gasolinera
Arriba, en la segunda planta. Colonos de Real Universidad colocan lonas sobre los barandales que dan al patio. Reclaman la determinación de avalar la construcción de la gasolinera en la zona habitacional.
Los vecinos se hacen acompañar, además, por normalistas, que viven en ese mismo fraccionamiento; ellos se solidarizan. En su mayoría son jóvenes los que están en esa protesta.
El órgano de gobierno tiene sesión ordinaria de Cabildo, aún no se les atiende.
Alguien saca una calcomanía que emula a un sello de clausura oficial, en este caso, dice: “Clausurado por incompetencia”. Lo colocan en la puerta de la Sala de Cabildos.
Ya sale un funcionario y les dice que se les recibirá para escucharles sus inquietudes. Se organiza una comisión, entran. Sin embargo siguen ahí el resto, la protesta continúa, a la expectativa, pero continúa.
