Hacia la excarcelación de Mireles

Imagen: Especial
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Morelia/Héctor Tapia

 Este jueves se reunieron el sacerdote Gregorio López, el ex líder de las autodefensas en la zona de La Ruana, Hipólito Mora, y funcionarios de la Secretaría de Gobernación, en la ciudad de Morelia para tratar el asunto de José Manuel Mireles Valverde, quien es uno de los fundadores de las autodefensas michoacanas, actualmente encarcelado en Sonora.

En esta reunión se trató el tema de la creación de un documento que sería firmado por la Secretaría de Gobernación, el mismo Hipólito Mora y el párroco de Apatzingán, para llevarlo ante Mireles Valverde para que lo firmado.

El documento trata sobre tres compromisos que tendría que aceptar Mireles Valverde para buscar su liberación: el primero, que no recurrirá más a las armas; el segundo, que no convocará a más levantamientos en los pueblos; y el tercero, que no buscará incursionar en la política.

Lo anterior fue revelado a Acueducto Online el mismo párroco de Apatzingán, el Padre Goyo, tras haber llegado a la ciudad de Morelia para atender distintos aspectos pendientes, entre ellos la reunión con los representantes de gobernación.

Lo que buscan, dijo, es la liberación del médico convertido en líder de las autodefensas que fue detenido en La Mira, municipio de Lázaro Cárdenas, acusado de portación de armas de uso exclusivo del ejército cuando intentaba avanzar con las autodefensas en la Costa Michoacana.

De esta forma, al preguntársele el cómo entender este hecho, el Padre Goyo dijo que Mireles Valverde fue detenido por cuestiones políticas.

Mireles Valverde había continuado con la unificación de las autodefensas que prevalecían en distintas regiones del estado, luego de que el gobierno federal comenzara con la regularización de las mismas a través del registro y que había establecido para un plazo para el desarme de los que no se hubieran legalizado e  integrado a las Fuerzas Rurales.

El médico, antes de su detención, venía denunciando que no se estaban cumpliendo con los acuerdos establecidos previamente, por lo menos en el orden, y que esto resultaría peligroso para la integridad no sólo de quienes integraban las autodefensas, sino también por sus familias, porque aún no se había desmantelado la organización de Los Caballeros Templarios.

Por esto, José Manuel Mireles, según venía argumentando, había desobedecido la orden de desarme hasta que hubiera garantías de seguridad y que se hubiera desmantelado el mencionado grupo criminal, y que no se permitiera que otros grupos criminales se apoderaran de Michoacán.

Hace unas semanas varios Senadores de la República, entre ellos la mayoría de los Michoacanos, pidieron ante el pleno que se aplicara la Ley de Amnistía no sólo para José Manuel Mireles, sino también para 382 autodefensas que fueron apresados de febrero del 2013 a mayo del 2014, con la premisa de que lo hacían por cuidar su seguridad, la de sus familias y su patrimonio, a falta de protección por parte del Estado.