Apatzingán/Alan Ortega
La ciudad de Apatzingán amaneció con un nublado inusual justo el día en que se cumple el Bicentenario de la Promulgación de la Expedición del Primer Decreto Constitucional para la América Mexicana encabezada en 1814 por Don José María Morelos y Pavón.
Las calles del centro lucieron blindadas de una incalculable cantidad de elementos de seguridad pertenecientes a diferentes corporaciones cómo: el Estado Mayor Presidencial, Ejército Mexicano, Policía Federal, Fuerza Ciudadana y Fuerza Rural quienes inundaron las calles revisando y vigilando prácticamente todas las calles de la ciudad más poblada de la tierra caliente michoacana.
Las estéticas lucían llenas de mujeres bellas que se preparaban para la verbena popular que se realizaría por la noche, después de la emisión del mensaje del jefe del ejecutivo que daría a la nación.
Gran parte de los negocios tenían sus cortinas cerradas, excepto los negocios de aguas frescas y comida; la gente que salía de sus casas no podían contener la curiosidad al observar el aparatoso protocolo de seguridad aplicado por la Federación.
Los pobladores comenzaban a congregarse sobre las vallas que fueron instaladas sobre las calles céntricas, ya que después de finalizada la Sesión Solemne que se llevó a cabo en medio de la lluvia en las instalaciones del Palacio Municipal, los asistentes presenciarían un desfile militar y civil que recorrería las principales calles de esta ciudad.
Al terminar el desfile la gente regresaba a sus hogares para refugiarse del calor que ahora venía con humedad debido a la lluvia que se había presentado por la mañana.
Algunos funcionarios y diputados se reunieron en el Hotel Posada del Sol para refrescarse y alimentarse a la espera de la llegada de Presidente de la República.
Finalmente se aproximaba la llegada del Presidente y era hora de acercarse a los puntos de control y las largas filas de funcionarios y periodistas; como es costumbre los funcionarios pasaron primero a pesar de no haberse formado en la fila como lo estaban haciendo todos los que tenían que accesar.
A la llegada de Enrique Peña Nieto se observó una larga caravana de aproximadamente 20 camionetas con el máximo grado de blindaje que se puede ostentar; fue recibido con aplausos e incluso se escuchó el grito de una señora diciéndole “Peña Nieto acá esta tú Gaviota”. El presidente respondió con una sonrisa y un saludo.
Al observar toda la comitiva se puede apreciar que el jefe del ejecutivo llegó acompañado de Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobierno, Luis Videgaray, Secretario de Hacienda, Salvador Cienfuegos, Secretario de la Defensa Nacional, Vidal Francisco Soberón Sanz y de la compañía del Presidente de la Mesa Directiva del Congreso de la Unión, Silvano Aureoles Conejo, y del presidente del Senado, Miguel Barbosa; así como el Presidente de la Suprema Corte de Justicia gobernador sustituto, Salvador Jara Guerrero.
Al finalizar el mandatario sorprendió a propios y extraños al caminar un par de cuadras para tomarse la foto con todos los funcionarios en el ‘Fortín de Morelos’, durante el recorrido saludo a los pobladores que se acercaron a las vallas y al finalizar el protocolo se tomó algunos ‘selfies’ con los ‘apatzinguenses’ antes de subir a su camioneta blindada y retirarse al cuartel militar número 43 y tomar su helicóptero de regreso.