Morelia/Julieta Coria
El olor a pueblo era evidente, los rostros cansados de mujeres aparecían por doquier, hoy se congregaron por el aniversario del desarrollo integral de la mujer michoacana A.C, celebran 14 años.
Bajo un intenso calor, las invitadas aguardan bajo el enorme y blanco pabellón del recinto ferial de Morelia.
Desde esta mañana se dieron cita, para ver al gobernador. Hasta el frente las mujeres morelianas, a un costado las de Salvador Escalante, las de Pátzcuaro, las de Paracuaro, Múgica, Zamora, La Huacana, Lagunillas, Charo, Ario de Rosales, Zamora y así municipio por municipio sentadas en orden. Todas usan playeras rosas, casi todas cargan al menos dos pequeños, otras presumen sus hermosas barrigas de embarazo, las mayores, atentas esperan.
Ha pasado una hora de retraso y ellas ni se inmutan, el calor sofoca cada vez más, los niños juegan por todo el lugar. Ellas por todo el lugar se pasean, van y vienen, comen, beben y beben agua. Platican en grupos, observan y se entretienen el cualquier cosa, (menos el los celulares) pese a su larga espera se le nota contentas.
Van dos horas de retrasó del señor gobernador, hay cansancio, se les nota ansiosas e impacientes, ya los niños que jugaban, duermen en improvisadas cunas sobre el suelo, sus madres agitan una y otra vez su manos, para sentir un poco de ‘airecito’. Ya hace hambre y el gobernador ni se aparece, «pues mientras traite una coca y unos churros con chile» dice una mujer a un jovencito mientras arrulla a su pequeña. «Por que al rato dicen que van a dar carnitas».
Ya es notorio el cansancio y la desesperación por la invitadas al Pabellón del recinto ferial, quienes hoy a festejan un año mas de la fundación del organismo, sin embargo calladas, calladas, no se quejan.
En el presidium (ya listo) las invitadas se les nota sudorosas, las funcionarias estatales que hoy presiden el evento, de plano, no despegan la mirada ni los dedos de su celular. Frente a ellas , las organizadoras que cabeceaban hace un rato, se rindieron y cayeron en los ‘brazos de Morfeo’. Tal vez sea por el calor o la música relajante de fondo, pero con dos horas de retrasó del evento, tal vez amerita un buen sueño.
Es la hora de comida y las mujeres empezaban poco a poco a levantarse de sus lugares, –¿a dónde van con tanta prisa? Pregunto a la primera persona que veo levantarse y casi correr tras de las demás, «es que van a dar carnitas y refrescos» dice emocionada. Sin pensarlo voy a cerciorarme, pero para sorpresa de muchas sólo había frijoles y tortillas.
«En este momento hace su arribó el señor gobernador, les pedimos tomaron sus lugares» dice la voz en el micrófono a los comensales, que disfrutaban un taco sin carnitas. A las 3:32 pm llegó el gobernador, dos horas y dos minutos después de la hora prevista al evento.
Llegó a prisa, casi corriendo, sudando, no viste de traje, se le ve serio, sin sonreír, saluda y posa para las fotos.
Ya en su discurso el gobernador comenzó pidiendo disculpas a las mujeres congregadas al evento, «estoy apenado con ustedes porque están aquí debajo de este techo, que es como un invernadero. Ya casi les salen ramas…Gracias por su paciencia”, dijo.
Luego hizo un reconocimiento a la asociación de las mujeres, que han hecho significativos programas en apoyo a todas las mujeres de Michoacán. Tras un discurso de 20 minutos no dejó de alzar al género femenino, y se comprometió para continuar apoyando todo lo que tenga que ver con «empoderar a las michoacanas«.
Bendito entre las mujeres se decía él mismo, por que » nací y crecí rodeado de mujeres y no tengo empacho en decir que su causa, es mi causa».
Para finalizar, entregó simbólicos apoyos económicos a varias beneficiadas, luego entregó cunas a las embarazadas, se les notaba felices contentas y agradecidas a la mayoría de ellas a las mujeres «luchonas» que hacen de todo para salir adelante, por sus familias, cómo bien lo dijeron está tarde, aunque esto signifique aguantar intensos calores, mas de cuatro horas de espera, y claro el viaje a la capital michoacana.
Pero como dicen algunas personas este día, «cuando recibes no te quejas» y así, la mayoría de ellas, no se quejaron de nada, pero contentas recibieron aguas, refrescos, comida y las mas afortunadas dinero, cunas y carnitas al final de todo, y claro, deliciosos frijoles.