Cierre al paso…

Imagen: Héctor Tapia
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Morelia/Héctor Tapia

Ahora fueron más normalistas. Se estimó la participación de más de dos mil personas, en su mayoría estudiantes, que se movilizaron este miércoles en la capital michoacana, exigiendo justicia por sus compañeros desaparecidos de la normal de Ayotzinapa, Guerrero.

Los estudiantes de las distintas normales de la entidad se fueron dando cita para avanzar al centro histórico de la ciudad bajo el intenso sol del medio día.

Los autobuses retenidos por los estudiantes se iban acumulando detrás de la marcha de los normalistas. Por delante el camión especial donde se encuentra el equipo de sonido con el que se van gritando, coreando y cantando las consignas, mismas que responden los propios estudiantes a cada paso que dan.

Llegan por la carretera que va a Pátzcuaro, avanzan hasta la Casa de Gobierno y avanzan lentamente, gritando las consignas, exigiendo justicia en el caso de los normalistas desparecidos.

La gran cantidad de estudiantes por la movilización provoca que por varias calles aledañas a su paso se vaya congestionando cada vez más la circulación vehicular. Se escucha el claxon de los autos. Los automovilistas desesperan, muchos no sabían que la marcha pasaría por esa ruta.

De Casa de Gobierno del estado los normalistas marchan a Camelinas y de ahí toman la avenida Ventura Puente para llegar a la Secretaría de  Finanzas, aquí hacen escala.

Se complica aún más la circulación. Están estacionados en la dependencia del gobierno del estado. Tienen reunión con funcionarios de la secretaría de finanzas porque tratan lo relativo al pago de unas becas pendientes para los normalistas. Después de unos 20 minutos hay un mensaje, algo concreto para los estudiantes. El acuerdo es que durante este jueves se les pagarán dichas becas a los normalistas de Tiripetío.

Un poco más relajados que un día anterior los normalistas retoman la marcha. Caminan hacia Acueducto. Las pintas no pueden faltar. Ahora buscan no rallar el mismo acueducto, sino las paredes que están a su paso. Hay algunos puntos que respetaron, como el Centro Cultural de la UNAM. Otras paredes simplemente las tomaron como “libretas”.

Al llegar a las tarascas se ve la larga fila de estudiantes que se moviliza. Detrás los autobuses hacen más larga la movilización, parece no tener fin.

Los empleados de los comercios que están sobre la madero adelantan, algunos, lo que podría pasar y cierran las cortinas de sus negocios. Las pintas son inminentes. Los normalistas lo saben, algunos ríen por lo que provocan.

Los elementos de la Fuerza Ciudadana van adelantándose al paso y van coordinando el paso de los vehículos antes de que lleguen los normalistas, desvían la circulación. Los automovilistas se apresuran para alcanzar a pasar.

Nuevamente los normalistas llegan, ahora en mayor cantidad, al Palacio de Gobierno, se instalan por unas horas. Los autobuses retenidos o “secuestrados” desde el fin de semana los estacionan en fila. La Avenida Madero es de ellos, hay música de fondo. No saben, o no dicen, hasta cuándo volverán a marchar.