Asaid Castro/ACG
Morelia, Mich..- Bajo los portales de Morelia, el sonido del saxofón se desliza entre conversaciones y el vaivén diario de la ciudad. Entre la Catedral y la Cerrada de San Agustín, una mujer con porte firme y sonrisa amable sostiene su instrumento, dejando que su música hable por ella.
Ella es Dafne Solórzano, aunque en el escenario la conocen como «Dafne Clarisax». No solo toca: se apropia del espacio, construye comunidad y demuestra que la música urbana también es un escenario de profesionalismo.
Lleva 15 años como música y cuatro tocando en las calles de la ciudad. Su presencia no pasa desapercibida. Esposa, hija, amiga, pero sobre todo, músico. En un ambiente predominantemente masculino, su clarinete y saxofón han abierto camino para que más mujeres se sumen al espacio urbano.
Su vida musical en la calle
«Cuando empecé, hace cuatro años, no había mujeres tocando en las calles de Morelia. Solo veía cantantes en los portales, pero instrumentistas, ninguna», recuerda. A pesar de no contar con referentes, decidió hacerlo, y hoy es testigo de cómo más mujeres encuentran en la calle un escenario propio.
La calle es un escenario complicado. La competencia entre músicos existe, y los espacios para tocar son disputados. «El ego de los músicos es muy grande», confiesa, aunque la convivencia también permite colaboraciones y nuevos proyectos. Para Dafne, tocar en el espacio público es una forma de acercar la música a quienes pocas veces pueden disfrutarla en vivo.
Ser mujer en la calle implica retos adicionales. Aunque no ha enfrentado situaciones de acoso extremo, reconoce que su presencia atrae miradas y, en ocasiones, intentos de conversación no solicitados. Su estrategia es clara: marcar límites y enfocarse en lo que vino a hacer. «La música te fortalece», dice. «Como en todo, hay canciones que nos empoderan, que nos hacen sentir seguras, que nos dicen que sí podemos hacer las cosas».
Mientras su saxofón suena bajo los portales, Dafne sigue haciendo lo que más ama: tocar. No espera aplausos ni monedas, aunque las agradece. Lo que realmente la motiva es el instante en que alguien se detiene a escuchar, el asombro en los ojos de un niño que descubre por primera vez el sonido del saxofón, la conexión fugaz pero poderosa que solo la música puede lograr.
Su música no solo habita las calles; también ha encontrado eco en redes sociales, donde comparte fragmentos de su día a día como música en Instagram, Facebook y TikTok como @DafneClarisax, para seguirle la pista mejor.
