El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, pronunció un discurso contundente sobre migración durante su toma de posesión el 20 de enero de 2025. En su discurso, Trump prometió tomar medidas inmediatas para controlar la inmigración y proteger las fronteras del país. Declaró una emergencia nacional en la frontera sur y ordenó la reanudación de la construcción del muro fronterizo.
Trump también anunció el fin del acceso al asilo y la ciudadanía por nacimiento, medidas que han generado controversia y que probablemente enfrentarán desafíos legales. Además, reinstauró la política de «Permanecer en México» para aquellos que buscan ingresar a los Estados Unidos a través de la frontera sur1.
El presidente justificó estas acciones argumentando que los cárteles y las pandillas migrantes, como MS-13 y Tren de Aragua, representan una amenaza significativa para la seguridad nacional. La designación de estos grupos como organizaciones terroristas extranjeras permitirá al gobierno estadounidense tomar medidas más drásticas contra ellos1.
Trump enfatizó que estas medidas son necesarias para detener la «invasión» de las fronteras y proteger a los ciudadanos estadounidenses de la violencia y el tráfico de drogas. Su discurso reflejó un enfoque firme y decidido en la política migratoria, con el objetivo de restaurar la seguridad y la prosperidad en el país.