*Él es un librero, situado en el corazón de Morelia, que busca salvar su patrimonio, tras orden de desalojo.
Morelia, Mich. | Alfredo Soria/ACG- Rafael Romero Martínez, propietario de la librería «Luz de Morelia», en el corazón de la propia capital michoacana, que ha sido su vida durante 38 años, enfrenta un momento crítico.
Recientemente, una resolución judicial le exigió desocupar el local ubicado en la calle Eduardo Ruiz 365, en un plazo que termina el próximo miércoles al medio día, lo que le ha dejado poco margen de maniobra.
Millonario legado
Imagen Alfredo Soria/ACG
Con alrededor de dos millones de libros en su acervo, Rafael omero hace un llamado urgente a la comunidad, a la sociedad, para ayudarle a preservar este valioso patrimonio cultural.
«Soy víctima de un desalojo a través de un litigio civil. No estoy cerrando por gusto», comentó en un tono firme pero desgastado. Con la notificación reciente y poco tiempo para trasladar una colección que abarca décadas de su vida, la situación le plantea un reto logístico y emocional.
El manotazo judicial
Imagen Alfredo Soria/ACG
«La magistrada dictaminó que debo entregar el lugar, y si no lo hago, el desalojo será forzoso», agregó con resignación.
Cabe mencionar que Rafael indico que el propietario del local donde se encuentra la librería tenía un acuerdo con él y al fallecer su hijo y nuevo propietario del inmueble fue poco flexible para llegar a un acuerdo en la renta o darle el tiempo suficiente para poder entregar el local recurriendo a técnicas injustas para que pronto fuera desalojado.
Rafael comenta que no tiene inconveniente en entregar el local, pues es consciente que no es de él, pero le fue negada la petición de siquiera tener el tiempo suficiente para sacar la impresionante cantidad de libros.
Salvando libros
Desde hace años, la librería ha sido un punto de encuentro para lectores, investigadores y estudiantes, muchos de los cuales hallaron allí textos difíciles de conseguir o fuera de circulación.
Romero ha dedicado su vida a rescatar y compartir el conocimiento, salvando libros destinados a la destrucción y dándoles una segunda oportunidad entre sus estantes.
El grito de auxilio
Imagen Alfredo Soria/ACG
Sin embargo, el tiempo apremia. El librero expresó su preocupación por no contar con recursos para realizar una mudanza en tan poco tiempo.
«No tengo recursos para la mudanza y necesito cajas. Puedo pagarles con libros a quienes me ayuden a rescatar lo más que se pueda», señaló con una mezcla de esperanza y desolación”.
La ayuda que busca es esencial para trasladar su extenso acervo a un espacio más pequeño donde, según comentó, continuará vendiendo en línea, aunque lamenta profundamente no poder seguir ofreciendo un acceso directo y cercano a los lectores.
El vacío que deja
Para Romero, este cierre significa mucho más que la pérdida de un negocio; representa la desaparición de un espacio cultural y un recurso bibliográfico invaluable para la ciudad.
«La librería era un centro de información para la ciudad. Sin ella, quienes buscan conocimiento tendrán que pagar precios altos o quedarse sin acceso a libros descontinuados», concluyó, enfatizando el vacío que dejará su librería en el entorno cultural de Morelia.
Rafael espera que, en este momento de necesidad, la comunidad, la sociedad, se sume a su esfuerzo y acuda a su llamado.
Con cada libro que logre salvar, él siente que preserva una parte de la historia y del saber que ha compartido con Morelia por casi cuatro décadas.