Cruzando la Madero, como buena Moreliana, la flaca camina en familia, anunciando su llegada.
Morelia, Mich. | Acueducto Noticias/ACG.- Con el aroma a cempasúchil impregnando el ambiente y las calles del centro histórico decoradas con coloridos altares, la ciudad de Morelia se alista para celebrar el Día de Muertos, una de las tradiciones más representativas de Michoacán. En esta temporada, las calles y plazas se llenan de visitantes locales y turistas que se suman a los festejos para rendir homenaje a sus seres queridos, haciendo de la ciudad un espacio de respeto, tradición y alegría.
La Avenida Madero, una de las arterias principales de la ciudad, se convierte en un escenario de tradición y misticismo, donde desfilan catrinas, flores, velas y calaveras de cartonería. Este año, el centro histórico ha sido adornado con altares y ofrendas que exhiben desde papel picado hasta imágenes familiares, platillos tradicionales, veladoras y fotografías en honor a los difuntos. Además, varias instituciones educativas, organizaciones y artistas locales se sumaron con creativos altares que engalanan lugares emblemáticos como la Plaza de Armas, la Calzada Fray Antonio de San Miguel y la Plaza Valladolid.
Las festividades incluyen un tradicional desfile de catrinas, con participantes ataviados con vestidos y maquillajes elaborados que rememoran a La Catrina, personaje icónico del folclor mexicano. Con sus rostros pintados y vestimentas típicas, los participantes recorren la ciudad para mostrar el sincretismo de la tradición purépecha y la iconografía del Día de Muertos.
El Palacio Clavijero y la Casa de la Cultura también serán sede de exposiciones temporales, donde los visitantes podrán apreciar la riqueza cultural de esta festividad, incluyendo muestras de arte popular y talleres sobre la elaboración de altares y catrinas.
Michoacán, y en particular Morelia, es uno de los destinos preferidos en el país para vivir el Día de Muertos. La ciudad ha logrado preservar y enaltecer esta celebración, que es reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, brindando una experiencia única en la que tradición y modernidad se encuentran, y donde el recuerdo de los seres queridos permanece vivo entre los habitantes y quienes visitan la ciudad.