Morelia, Mich, | Acueducto Noticias.- Un ataque aéreo israelí en el sur de Beirut este viernes ha dejado un saldo de al menos ocho muertos y 59 heridos. Entre las víctimas se encuentra Ibrahim Akil, comandante de operaciones de la milicia chií Hezbolá, según confirmaron fuentes locales y medios internacionales.
El bombardeo, dirigido a posiciones estratégicas de Hezbolá, fue lanzado en medio de la escalada de tensiones entre Israel y el grupo armado, que tiene una fuerte presencia en Líbano. El ejército israelí justificó el ataque afirmando que fue una “acción preventiva” ante la creciente amenaza de incursiones de la milicia en territorio israelí.
Hezbolá y la figura de Ibrahim Akil
Ibrahim Akil, quien murió en el ataque, era uno de los principales líderes militares de Hezbolá. Encargado de coordinar operaciones en zonas clave del sur de Líbano, Akil había sido un actor relevante en la resistencia chií contra Israel. Su muerte supone un duro golpe para la organización, que ha prometido vengar la agresión israelí.
Hezbolá emitió un comunicado tras el ataque en el que condenó la acción israelí, calificándola como una violación flagrante de la soberanía libanesa. Además, advirtió que las represalias por la muerte de Akil serían inmediatas.
Un ataque con consecuencias regionales
El bombardeo ocurrió en el distrito de Dahiyeh, una zona controlada por Hezbolá en el sur de Beirut, que ha sido blanco de anteriores ataques israelíes. El área es conocida por ser un bastión de la milicia chií y alberga tanto infraestructura militar como civil.
El gobierno libanés denunció el ataque como una violación del derecho internacional y apeló a la comunidad internacional para que intervenga y frene la escalada de violencia. Por su parte, el Ministerio de Salud libanés confirmó que entre los heridos hay varios civiles, algunos de ellos en estado crítico, lo que ha generado preocupación sobre el impacto humanitario de los bombardeos.
Este ataque se produce en un contexto de creciente tensión en la región, especialmente tras varios enfrentamientos recientes en la frontera entre Líbano e Israel. Observadores internacionales han señalado que la muerte de Ibrahim Akil podría intensificar el conflicto, ya que Hezbolá ha dejado clara su intención de tomar represalias.
Reacciones internacionales
La comunidad internacional ha reaccionado con preocupación ante los últimos acontecimientos en Beirut. Naciones Unidas y varias potencias mundiales han pedido contención a ambas partes, temiendo que el incidente desencadene un nuevo conflicto de gran escala entre Israel y Hezbolá, similar a la guerra de 2006.
En Israel, las autoridades han reforzado las medidas de seguridad en las fronteras con Líbano, anticipando una posible respuesta por parte de Hezbolá. Mientras tanto, el primer ministro israelí, en declaraciones breves, reafirmó la posición de su gobierno: “No permitiremos que ninguna amenaza en nuestras fronteras quede sin respuesta”.
Este nuevo episodio de violencia añade más tensión a una región ya marcada por años de conflictos, mientras los esfuerzos diplomáticos para reducir las hostilidades parecen estar estancados.
