Morelia, Mich. | Acueducto Noticias.- Emilio Barbero Acuña es una figura que, pese a los riesgos que implica su labor, mantiene una calma natural que inspira respeto en su comunidad. Originario de San Miguel Pomacuarán, decidió tomar acción ante las injusticias que veía en su comunidad.
Con el robo y los secuestros telefónicos afectando a sus paisanos, se unió al cuerpo de policía comunal con un firme propósito: “Para servir a la comunidad, servir y proteger a la ciudadanía”, dice Emilio, motivado por la necesidad de defender a su gente de los males que acechan.
El entrenamiento no fue sencillo. Emilio y otros compañeros tuvieron que trasladarse hasta Morelia, donde la capacitación en la academia duraba seis meses. “A veces son cuatro días corridos o una semana, depende de cuánto vaya a durar un curso”, detalla, describiendo la intensidad de los entrenamientos.
“Cada vez que teníamos descanso, el pasaje y los gastos corrían por nuestra cuenta”, añade, pero aclara que la comunidad los respaldó financieramente.
Aunque Emilio nunca fue víctima directa de los delitos que enfrentan otras personas en su comunidad, su compromiso sigue siendo inquebrantable: “Gracias a Dios, nunca me pasó, pero sí a paisanos de la comunidad”, señala, recordando cómo esos eventos lo empujaron a actuar.
A pesar de las dificultades, Emilio siente que la capacitación lo fortaleció. “Fortalece uno el conocimiento para actuar bien, para proteger mejor a la ciudadanía”, comenta, demostrando el compromiso que lo mantiene motivado. Tranquilo, asegura que estar preparado no solo lo hace más eficaz, sino que también le da confianza en situaciones críticas.
Para Emilio el formar parte de la Policía Comunal es un ejemplo de compromiso y valentía en su comunidad, declarando que eso no solo los convierte en protectores de su gente, sino en un símbolo de la fuerza que nace del trabajo en equipo y el apoyo comunitario.