Morelia, Mich. | Alfredo Soria/ACG.- Este fin de semana, en el límite oeste del Centro Histórico de la ciudad de la cantera rosa, se celebra el 7° Festival del Tamal y el Buñuelo.
Donde comienza la calle Jesús González Ortega, a un costado de la Parroquia de Mater Dolorosa, se encuentran menos de una decena de vendedores ofreciendo una variedad de tamales, buñuelos, atoles y enchiladas por mencionar algunos platillos. Desde la entrada, una fiesta de olores envuelve el ambiente, despertando el apetito en los primeros instantes.
De fondo, suena música regional mexicana que complementa un ambiente festivo. De manera espontánea, algunos asistentes, mientras esperan su pedido, comienzan a moverse al ritmo de la música, al igual que los vendedores mientras preparan los platillos con destreza.
Entre las conversaciones de los puestos, una vendedora menciona que la afluencia ha sido lenta durante la mañana, pero mantiene la esperanza de que la asistencia mejore por la tarde.
Aunque no parece haber mucha gente sentada a comer en las mesas dispuestas para el público, las cocineras no dejan de trabajar a toda velocidad y con amabilidad, sirviendo platos de pambazos, tamales, buñuelos, pozole, tacos dorados enchiladas, tamales y atole. Las mesas se convierten en testigos de la variedad y sabor que se ofrece.
En el festival, familias completas, señoras mayores, jóvenes y niños se entremezclan en un ambiente de alegría. Los comensales sonríen y disfrutan de la comida, compartiendo risas mientras saborean los exquisitos platillos.
Aún es temprano, pero la actitud positiva y festiva ya se respira en el aire. Este maratón culinario, que comenzó a las 8 de la mañana y terminará hasta las 11 de la noche, promete atraer a más visitantes a medida que avanza el día.
El irresistible aroma de los tamales oaxaqueños recién preparados o de los tamales rojos, verdes y de dulce, viaja de los puestos a las mesas, completando la experiencia gastronómica.
Fotos: Alfredo Soria/ACG.