ENFOQUE ELECTORAL | Objetivos de la ENCIVICA | David Alejandro Delgado Arroyo

La propia Estrategia Nacional de Educación Cívica visibiliza mediante datos que entre mayor es el nivel educativo (maestría o doctorado – 99.2%; nivel primaria – 51.9%) mayor es el conocimiento sobre la democracia.

(Imagen: Especial)
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Por David Alejandro Delgado Arroyo

La Estrategia Nacional de Educación Cívica 2024-2026 aprobada por el Consejo General del INE tiene como Objetivo General “Contribuir al incremento de conocimientos, desarrollo de habilidades y actitudes, a través de la implementación de procesos formativos y del impulso a la participación para la consolidación de una ciudadanía integral”.

De manera que se busca dotar de herramientas para contribuir a consolidar una ciudadanía integral, lo cual implica personas que le dan vida a una comunidad política, que se asumen como titulares de derechos, prerrogativas y potestades políticas, cuya satisfacción resulta vinculante al Estado y, por lo tanto, deben ser garantizados y exigibles.

Del Objetivo General se desprenden dos objetivos específicos, el primero tiene que ver con “Implementar procesos formativos de educación cívica”, “este objetivo busca incrementar los conocimientos y desarrollar habilidades y actitudes, esencial para una ciudadanía integral”. En otras palabras, no solo teoría, sino práctica.

El segundo objetivo particular es “Incentivar la participación electoral y no electoral”, “Este objetivo busca fomentar una ciudadanía activa y comprometida con su comunidad y los asuntos públicos en su país”.

Lo anterior implica que la formación en educación cívica no solo es fomentar una participación electoral, fin e interés propio de las autoridades electorales; sino que dicha participación tenga un sentido integral, en sentido figurado, de 360 grados.

Conlleva involucrarse en el proceso político en su vida diaria y no solamente durante las elecciones, es decir, una participación ciudadana que trasciende lo electoral, constituyendo una ciudadanía activa, crítica e involucrada en la vida pública.

La propia Estrategia Nacional de Educación Cívica visibiliza mediante datos que entre mayor es el nivel educativo (maestría o doctorado – 99.2%; nivel primaria – 51.9%) mayor es el conocimiento sobre la democracia.

Además, el 29% de la población considera no tener conocimientos ni las habilidades que les permitan participar en actividades políticas (en términos de género las mujeres expresan en mayor proporción esta carencia que en comparación con los hombres).

Pero además, la participación comunitaria es escasa en México, el 23% participan principalmente en asociaciones de padres de familia, el 19% en organizaciones religiosas, el 19% en deportivas, el 16% en grupos estudiantiles, el 11% el organizaciones culturales, el 11% en organizaciones vecinales; el 10% en sindicatos y asociaciones de beneficencia.

En términos de membresía activa de sindicatos es el 3.4%, en partidos políticos en es 2.3%, realiza peticiones el 27:4%, participa en manifestaciones o protestas el 9.3% y tomas y bloqueos el 4%.

La importancia que debe tener la democracia y la consolidación de una ciudadanía integral es mayor en el contexto actual, cuando diferentes encuestas de medición de la democracia señalan una erosión que merman su calidad; por ejemplo Economist Index Unit señala que América latina ha registrado la mayor erosión democrática de cualquier región al caer en el índice de 6.43 registrado en 2021 a 5.79 puntos en 2022.

Puntualizo lo preocupante que es cuando Economist Index Unit califica a México con un 1.88 en Cultura Política. Algo tenemos que hacer…