Un tema que define el rumbo del país, al menos por tres años de manera paulatina, sin embargo, que puede ser el inicio de una era que modifique muchas cosas del país que conocemos.
Veamos, ¿Qué es la sobre representación legislativa? Es un término que nació en 1996 a raíz de la reforma electoral en aquel tiempo, donde se buscó que los partidos no acapararan grandes cantidades de representantes legislativos. Por ello actualmente esto se usa para que los partidos políticos tengan un número de diputaciones o senadurías que corresponda al porcentaje de votación que recibieron y este no podrá ser mayor o menor en 8%. Es decir, si el porcentaje de votación del partido A es de 13%, no puede tener más del 21% de diputaciones o senadurías en el Congreso, y esto, lo dice la Constitución General.
¿Cuál es el gran problema de todo esto? Que hoy, a raíz de las coaliciones o alianzas electorales, se ha generado un ambiente en el que la Coalición Sigamos Haciendo Historia (PT-PVEM-MORENA), podrían alcanzar la sobre representación de manera legal, debido a que la Constitución señala que la sub y sobre representación se verifica “por partido”, no por coalición.
Esto genera que, como sabemos la mayoría de los distritos que se ganaron fueron gracias a la elevada votación que recibió directamente MORENA, esto beneficia a sus partidos aliados, dándoles los triunfos necesarios a quienes fueron “siglados” por el PT y el PVEM, lo que nos lleva a ver cómo bajo el escenario legal y constitucional actual, estos tres partidos podrían recibir más diputaciones o senadurías “pluris” y se esa manera hacer más grandes sus bancadas, lo que ha hecho que se prendan las alertas sobre la llamada mayoría calificada a favor de la “4T”.
Hay algo que no podemos dejar de ver y eso es que, no es la primera vez que este tipo de coaliciones benefician a un partido; para referencia próxima, en 2015 el PRI, con el PVEM lo hicieron, sigló candidaturas en dichas filas verdes y así consiguió cada uno, diputaciones de representación proporcional a su favor, lo que generó que las bancadas crecieran y ayudaran a Peña en sus propuestas.
En Michoacán, se puede ver cada tres años en la asignación del congreso, como es que se vislumbra la integración del mismo a raíz de la manera en que las alianzas deciden quiénes serán las candidaturas que representen su bandera directamente dentro de la coalición o candidatura común. El IEM definió ya una fórmula que fue validada por el Tribunal Local y está a espera de lo que diga Sala Toluca, en donde MORENA, PAN y PRI, acudieron a solicitar que sea modificada la asignación, cada uno buscando su propio beneficio sin tomar en cuenta si crearon alianzas o no.
Hoy existen una gran cantidad de manifestaciones en torno a la manera en que deben actuar las autoridades electorales frente a esta asignación de “pluris”, sin embargo, parece ser que al llegar a este momento, no hay más alianzas y cada partido busca incrementar su representación legislativa en lo individual y es que, tienen razón; las coaliciones y candidaturas comunes acaban al momento de la jornada electoral y ya lo que haga cada instituto político es libre bajo su autonomía de realizar lo que mejor le parezca y convenga en el Congreso.
Si bien, esto sí es crucial de cara al momento político y social que vivimos, tenemos que partir de algo, la omisión legislativa de hace años comienza a generar estragos frente a la presión que se hace ante el INE a favor de emitir un acuerdo que sea apegado a la representación proporcional más pura y que, bajo algún criterio que todavía estaría a revisión de la Sala Superior del TEPJF, pudiera arrebatarle la mayoría calificada a la “4T”.
Da para más esto, pero al menos hoy, el estudio de la sobre representación legislativa es el punto de inicio de lo que será el futuro del país.