Por Héctor Tapia
Una vez pasada la tormenta del proceso electoral reciente en el Partido Acción Nacional (PAN) Michoacán ha comenzado lo que para muchos estaba claro sucedería, tarde o temprano: las rupturas y re configuración interna de las fuerzas que integran este partido.
Al interior del partido blanquiazul en el estado se escucha lo que es ya un hecho, la ruptura de la alianza política entre el ex dirigente estatal del partido José Manuel Hinojosa Pérez y el actual secretario general del partido Javier Estrada Cárdenas.
En este contexto hay que referir que quien viene funcionando como dirigente de facto es José Manuel Hinojosa, quien pese a no tener un cargo partidario actualmente, tiene control político de gran parte del partido en Michoacán, pero también con gran peso en su fracción en el Congreso del Estado.
Hay que referir que para consolidar este peso político de este grupo al interior, que llegó a esta última fase a controlar la totalidad de la dirigencia estatal, el consejo político estatal, y la misma comisión permanente, se dio gracias a esta alianza entre ambos actores.
Esta alianza política sirvió para superponerse en las posiciones dentro del partido por encima de grupos como los liderados por el diputado federal Armando Tejeda Cid, y el diputado federal Carlos Quintana Martínez, por ejemplo.
¿Qué llevó a esta ruptura?, esto se originó o encontró su punto de partida en el momento en que Hinojosa Pérez tomó la determinación de sacar de la mesa política de negociación con la alianza opositora, con el PRI y el PRD, a Javier Estrada Cárdenas. Esa jugada lastimó una relación que venía ya sostenida con alfileres.
Previo a esto, la fracción parlamentaria del PAN en el Congreso del Estado, de la actual y saliente legislatura, se señaló a José Hinojosa Pérez como el responsable de operar para que la fracción votara a favor del nuevo auditor del estado, actuando los diputados incluso sin comunicar esta decisión a la dirigencia estatal.
Este hecho friccionó la relación del PAN con el PRI, principalmente, incluso generó también cierto desgaste con el PRD, apenas en la fase de construcción de la alianza electoral; la retrasó.
Desde entonces la ruptura fue avanzando gradualmente, hasta llegar ya a la ruptura formal entre ambos actores.
¿Qué alcances tendría esta situación? Son aspectos de los que apenas estarían por verse los efectos de manera más clara.
Sin embargo, hay que apuntar que hay varios actores en el grupo que lidera José Manuel Hinojosa, que también fueron lastimados por las decisiones del ex dirigente estatal en el proceso electoral pasado, que los llevó fuera de las postulaciones, o que los dejó sin apoyo en la campaña para favorecer sólo a una o dos candaturas específicas. Es lo que se señala al interior del mismo partido.
Esta circunstancia podría generar nuevos pesos y contrapesos que tendrán impacto no sólo en la conformación del partido rumbo al proceso del 2027 y las definiciones del mismo en las candidaturas y construcción de política de alianzas con otros partidos. Sino de forma más inmediata en lo que se avecina que es la renovación de la dirigencia estatal y los organismos internos de dirección del partido.
Esto último es lo que no hay que perder de vista. Habrá que observar si a partir de esta ruptura el secretario general aprovecha para acercarse a otros inconformes con Hinojosa Pérez, y logra liderar otro grupo interno.
A su vez, también habrá qué ver cómo toman esta ruptura en los grupos que lideran Armando Tejeda y Carlos Quintana, y si esto los acerca con el ex dirigente o si se alían con Estrada Cárdenas, y construyen proyecto de cara a la renovación del Comité Directivo Estatal.
Lo que es un hecho es que esta ruptura interna no pasará desapercibida, porque incluso podría tener impacto o alcance en la próxima coordinación parlamentaria en el congreso local, y fundamentalmente en la construcción de alianzas frente al proceso electoral para renovar la gubernatura, donde el PAN llega con un crecimiento como fuerza de oposición.
