Jenny, la lucha escolar por una barda perimetral

La maestra de historia se toma la mañana para caminar por la Plaza de Armas del centro histórico de Morelia, muy cerca de uno de los módulos de votación para el presupuesto participativo. Ella carga con pequeños papeles con un código QR, en el cual invita a las personas transeúntes a conocer el proyecto en el que participa.

(Foto | Zayda Valdivia/Acueducto Online)
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Morelia, Mich. | Acueducto Noticias / Irene Valdivia.- Ella debería estar dando clases, pero anda en la calle, luchando por la aprobación de la lucha de quienes albergan una escuela para conseguir la aprobación del proyecto de la instalación de una barda perimetral del propio centro educativo.

Se llama Jenny Lizeth Ramírez y es maestra de historia en la Secundaria Técnica 162, en el fraccionamiento de Villas de la Loma, situado en la salida al vecino municipio de Quiroga.

Y es que la escuela donde labora concursa en la convocatoria de presupuesto participativo impulsada por el Ayuntamiento de Morelia, en el cual busca que la ciudadanía forme una parte activa en la designación de un porcentaje de esa partida destinada a obras públicas para su entorno.

En total es un paquete de 200 proyectos tienen la posibilidad de resultar electos para la asignación de recursos públicos por parte del Gobierno de Morelia para sus respectivos financiamientos.

El pesar de no estar frente a grupo
Lizeth se toma la mañana para caminar por la Plaza de Armas del centro histórico de Morelia, muy cerca de uno de los módulos de votación para el presupuesto participativo.

Ella carga con pequeños papeles con un código QR, en el cual invita a las personas transeúntes a conocer el proyecto en el que ella está participando, con el cual se vería beneficiada la escuela en que trabaja, pues buscan una modificación estructural para mejorar las condiciones de esta.

“En el caso de la problemática de la escuela, es que no tenemos barda perimetral, está prácticamente en la en la calle la escuela, y ya tiene más de 7 u 8 años, entonces este pues pedimos este apoyo”, dice la profesora.

Asegura que más de 200 niños de la institución mencionada se verían beneficiados de resultar su proyecto elegido por el voto mayoritario de singular.

“Todos son vecinos de la zona. De hecho, también recibimos a niños que vienen de Capula y de Villas del Pedregal. Entonces estamos cubriendo esa parte”, refiere.

El ataque canino
La docente señala que su escuela ha sido apoyada por las autoridades educativas que les ha brindado material que se utilizó para construcción de un salón, aclarando que tienen otro salón con láminas.
Sin embargo, acota, lo más importante en este momento es la construcción de la barda perimetral que debería estar rodeando la escuela, para impedir el paso de animales como como chivos y, sobre todo, perros.

“De hecho hubo un perro que atacó al maestro de educación física y a varios niños, porque estaban haciendo deporte y jugando, y de repente se les aventó encima”, ejemplifica.
Entonces, agrega, una barda nos permitiría tanto la privacidad, como el hecho de la protección de los de archivos de todo lo que se tiene dentro de la escuela, porque se puede ingresar por un lado como si fuera una vil calle”.

La complicada competencia
Reconoce que la escuela en la que trabaja se encuentra en una posición complicada, pues compiten contra otros proyectos, incluso en su misma zona, igual de mucho interés ciudadano que deberían ser financiados.

Para ella es difícil estar ahí, en la plaza pública, explicando el proyecto de la barda perimetral de su escuela y demandando el voto para que sea aprobado, en lugar de estar frente al grupo escolar de sus alumnos.

“No lo veo muy bien, porque pues mírenme, aquí estoy en lugar de estar en clase o estar allá con mis alumnos, o en evaluaciones, porque ya estamos en final del ciclo”.
Estoy aquí, continúa, viniendo al centro, exponiéndonos a todo, tanto por el clima o como fuera, pero pues lo veo como una oportunidad, porque sé que no nada más es la escuela la que está inscrita en la convocatoria.

“Hay otras escuelas, otros proyectos, como por ejemplo la reforestación o la planta de tratamiento, o estar plantando árboles, por ejemplo, aquí en Santiaguito, el mantenimiento de la fuente de los patos”.

Los de la obligación
Considera que las necesidades de las escuelas deben ser cubiertas por las correspondientes autoridades educativas, no tanto por el Ayuntamiento.

El vaso medio lleno
Nos confía el escenario en caso que no se apruebe el proyecto de la escuela, el no resultar electos, lo cual, agrega, es una posibilidad realista.

Dice que ese panorama, ella, sus compañeros de trabajo, en la institución educativas, así como los padres de los estudiantes han contemplado, por lo que se encuentran planeando alternativas para conseguir financiamiento, y poder construir su barda.

La maestra establece que entre las opciones se encuentran que los papás apoyaran con dinero, con faenas, con la organización de algunas kermeses, porque, puntualiza, esto ya es algo muy, muy necesario.

“De verdad es bien riesgoso para los niños porque ahí hay mucha inseguridad, y pues cualquiera se puede meter. Tenemos el riesgo de que se puedan meter a la escuela hasta estando uno en clase”, termina diciendo