Morelia | Sirüküa, un proyecto de solidaridad vecinal

Imagen Zayda Solís/Acueducto, periodismmo reposado
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Morelia, Mich.| Acueducto Noticias/Zayda Solís.- Andrea Guadalupe Bautista Reyes, de 32 años, originaria de Morelia, es fundadora y coordinadora de Sirüküa Proyecto Solidario.

Dedica su vida a promover el bienestar socioambiental y el empoderamiento femenino. Con una formación en Ciencias Ambientales, una maestría en Desarrollo local sustentable y actualmente cursando un doctorado en sostenibilidad en la UNAM, su investigación se centra en colectivas femeninas en economía social y solidaria para la sostenibilidad.

El nacimiento de Sirüküa

Sirüküa Proyecto Solidario nació hace cuatro años, tras la pandemia. Andrea describe esta iniciativa como un «reencuentro vecinal», donde personas que perdieron su trabajo durante la pandemia encontraron en el comercio solidario una nueva forma de subsistencia.

La entrevistada dice que aprendieron o retomaron oficios como la panadería, la elaboración de mermeladas y pizzas, y formaron núcleos de intercambio a partir del trueque y el comercio.

Ese esfuerzo se ha extendido significativamente, con eventos que han contado con hasta 200 proyectos de emprendimiento, destacando productos artesanales hechos por mujeres que promueven el bienestar social local.

El significado

Andrea explica que Sirüküa es una palabra purépecha que significa «prolongación». “Tiene que ver con todo lo que hay detrás de nosotros, individual y colectivamente, todo lo que se ha conjuntado en nuestra historia, lo que tenemos en este momento y hacia dónde vamos.

Habla de una continuidad, ligado a cuidar y dar lo recibido. Esto lo até a la economía social y solidaria, que es un dar y recibir”, detalla la investigadora ambientalista y de desarrollo sustentable.

Expansión en el histórico

A raíz del cese de mercados y bazares itinerantes, Sirüküa Proyecto Solidario estableció un espacio en la calle Álvaro Obregón, en el centro histórico de Morelia. Actualmente alberga cerca de 35 proyectos distintos ligados al bienestar social y ambiental.

Entre los productos disponibles se encuentran cosmética natural, productos para una menstruación sostenible, fitoterapia, alimentos artesanales, decoración sostenible, moda sostenible y medicina tradicional indígena.

La alternativa necesaria

La activista enfatizó que la economía solidaria no debe confundirse con la gratuidad. “La economía solidaria consiste en una alternativa centrada en la vida y el bienestar de las personas y seres vivos en el planeta Tierra”.

Surge, añade, entre las economías alternativas, reconociendo que el sistema socioeconómico actual no funciona, es un sistema que tiende al individualismo y la explotación que afecta a nosotros mismos y al entorno. Eso lo podemos ver con la crisis climática que estamos viviendo.

Y, puntualiza, la economía solidaria retoma la autogestión, cooperación, sistemas horizontales de comercio; es una propuesta sentipensante, no es la típica división de ‘negocios son negocios’, tiene un gran compromiso con lo social y ambiental.

El llamado

Andrea Bautista considera su trabajo como activista y la investigación como un “llamado”. Estos elementos se complementan, permitiéndole continuar aportando a la sociedad y al medio ambiente.

Señala que en su lucha constante por la supervivencia, la investigación le ha permitido no sucumbir y tener un medio de subsistencia para poder dedicarse al activismo y, al mismo tiempo, sanar.